Con el tema "Perseguir el bien común: cómo pueden trabajar juntas la solidaridad y la subsidiariedad", se realizó en el Vaticano, del 2 al 6 de mayo, la XIV Sesión Plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. El objetivo del encuentro fue "dar un nuevo sentido y aplicación al concepto de bien común en una época, como la de la globalización, en la que en algunos campos está llevando al aumento de desigualdades e injusticias sociales, a laceraciones y fragmentaciones del tejido social; en síntesis, a la destrucción de los bienes comunes en todo el mundo".
Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, "la principal hipótesis fue que los principios de subsidiariedad y solidaridad pueden, a diferencia de los compromisos entre socialismo y liberalismo, movilizar nuevas fuerzas sociales, económicas y culturales de la sociedad civil, que dentro de los valores fundamentales políticamente compartidos, puedan generar aquellos bienes comunes de los que depende el futuro de la humanidad".
El programa incluyó "un atento examen de los procesos actuales de cambio radical a la luz de los cuatro principios fundamentales de la doctrina social católica (dignidad de la persona humana, bien común, solidaridad y subsidiariedad), para comprender en qué modo y en qué medida son efectivamente aplicados estos principios, y para proponer nuevas soluciones donde éstos sean desconocidos, malentendidos, desatendidos o deformados".
Desde el punto de vista práctico-operativo han presentado algunos casos sobre buenas prácticas, como nuevas formas de economía solidaria y subsidiaria (fuerte en América Latina); el acceso compartido a los bienes-información en las redes comunicativas (internet); las nuevas "Alianzas locales para la familia" (nacidas en Alemania y en difusión en Europa); iniciativas educativas y subsidiarias en los países en desarrollo y las organizaciones del tercer sector que usan el micro-crédito para el desarrollo social, económico y humano".
Frente al gran déficit de solidaridad social en el mundo dominado por el capitalismo, “el desafío es que una nueva combinación de subsidiariedad y solidaridad sea la clave para activar los circuitos sociales de los que dependen los bienes comunes; es decir, para transformar la globalización en una ‘civilización del bien común’".
La Pontifica Academia de Ciencias Sociales cuenta con 40 miembros, dos terceras partes de católicos o cristianos y una tercera parte de no cristianos. Preside la Academia el obispo argentino Mons. Marcelo Sánchez Sorondo.
(Oficina de Prensa de la Santa Sede)
CPAL
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