viernes, 23 de mayo de 2008

El Evangelio de hoy


Marcos 10. 1-12.

Jesús salió de Cafarnaúm y fue a la región de Judea y a la tierra que está al oriente del Jordán. Allí volvió a reunírsele la gente, y él comenzó de nuevo a enseñar, como tenía por costumbre. Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron si al esposo le está permitido divorciarse de su esposa. Él les contestó:
—¿Qué les mandó a ustedes Moisés?
Dijeron:
—Moisés permitió divorciarse de la esposa dándole un certificado de divorcio.
Entonces Jesús les dijo:
—Moisés les dio ese mandato por lo tercos que son ustedes. Pero en el principio de la creación, ‘Dios los creó hombre y mujer. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.’ Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. Jesús les dijo:
—El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.




Traigo hoy a mi familia a mi oración, a quienes me acompañan en la vida.


Por mis padres …

hermanos …

hijos …

cónyuges y parejas.



Elevo una oración muy especial por la familia cristiana. …


Del mismo modo incorporo a quienes han sufrido rupturas matrimoniales. …


¿Cómo los acogería Jesús hoy? …


Pido al Señor especialmente por ellos para que no se sientan discriminados …


para que juntos podamos construir el Reino del Señor.

No hay comentarios: