miércoles, 21 de enero de 2009

Los obispos piden a Obama “que defienda la vida y la dignidad de todos”


Los prelados estadounidenses proponen al nuevo presidente una “agenda para el diálogo y la acción”
(Vida Nueva) La expectación por parte de todos los sectores de la sociedad norteamericana crece en las horas previas a la toma de posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en Washington. El pasado 13 de enero, el Episcopado estadounidense hacía llegar al líder demócrata un mensaje en el que los obispos le exponían los principales retos con los que afrontan el nuevo período que se abre en el país. En la carta, presentada como una “agenda para el diálogo y la acción”, expresan su deseo de “hacer de este periodo de cambio nacional un tiempo de avance hacia el bien común y defender la vida y la dignidad de todos”. También abordan temas como la economía, la sanidad, las relaciones internacionales, el matrimonio, la educación y la defensa de la vida, entre otros.

El mensaje -y otros similares que se han enviado al vicepresidente Biden y a los miembros del Parlamento- está firmado por el cardenal Francis George de Chicago, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.

En el terreno económico, los obispos instan al nuevo Gobierno a adoptar “fuertes, prudentes y efectivas medidas para afrontar el terrible impacto y las injusticias de la crisis económica” y abogan “por una clara prioridad hacia las familias pobres y los trabajadores vulnerables”.
Asimismo, piden una “cobertura verdaderamente universal de los servicios sanitarios que proteja toda vida humana, incluyendo la vida prenatal” y que incluya “una diversidad de opciones que aseguren el respeto a las convicciones de pacientes y proveedores”.

En el ámbito de los asuntos internacionales, los prelados subrayan la necesidad de “una transición responsable en un Irak libre de persecución religiosa”, al tiempo que urgen a que se realicen esfuerzos para “un final del conflicto violento y una justa paz en Tierra Santa” y a que se continúen haciendo avances en la lucha contra el sida y otras enfermedades. También piden la reparación de “un sistema de inmigración roto que daña tanto a nuestro país como a los inmigrantes”.

En el texto subrayan el apoyo al matrimonio que, afirman, es “una unión confiada, exclusiva y por toda la vida de un hombre y una mujer y debe permanecer como tal en la ley”. En cuanto a la educación, los obispos apuestan por iniciativas que permitan a los padres “poder elegir la educación que mejor responda a las necesidades de sus hijos”.

En lo que se refiere al aborto, anuncian que se opondrán a las medidas legislativas que lo amplíen y que defenderán “con contundencia el derecho fundamental a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

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