martes, 20 de enero de 2009

El Evangelio de hoy


Marcos 2. 23-28

Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados, y sus discípulos, al pasar, comenzaron a arrancar espigas de trigo. Los fariseos le preguntaron:
—Oye, ¿por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?
Pero él les dijo:
—¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron necesidad y sintieron hambre? Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados a Dios, que solamente a los sacerdotes se les permitía comer; y dio también a la gente que iba con él.
Jesús añadió:
—El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado.




Jesús me anima a ser libre, a no confundir el fin de mi vida con los medios para alcanzar tal objetivo.



¿Qué preceptos o normas me impiden vivir plenamente? …



¿Dónde puedo estar atado a reglas que me impiden lograr la felicidad que Dios quiere para mi? …




Le pido a Jesús me ilumine para discernir adecuadamente esto.

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