Contemplar las escenas Navideñas.
Pues bien, aprovecha tantos recordatorios para rezar. Para ello, te sugerimos que en algún momento te pares a pensar en lo que celebramos:
1) Busca algún espacio tranquilo, y un rato sólo para ti.
2) Pide a Dios que te ilumineToma una Biblia contigo
3) Lee los relatos navideños despacio, dejando que la escena te cale por completo. (Lc 2, 1-20), (Mt 1,18- 2,17)
Intenta imaginar los sentimientos de los personajes, sin edulcorarlos:
a. María, la mezcla de expectativa y miedo, ilusión y temor, confianza e incertidumbre, de quien ha dicho "Hágase" a algo tan difícil
b. José, el hombre confundido pero confiado, asustado pero valiente...
c. Los pastores, la gente de los márgenes, contemplando algo sorprendente
d. Los magos: la figura del sabio que busca en los caminos
e. Contempla al niño: ¿Cómo puede Dios nacer así? En una noche fría, en un portal maloliente, en vez de cuna un pesebre, y como calor los animales...
f. El conflicto que desde el principio genera Jesús (la matanza de los inocentes, la persecución, la huida a Egipto...)
4) Deja que esas imágenes resuenen en ti, y te hagan pensar en tu propia vida. ¿Hay en ella incertidumbre? ¿Riesgo? ¿Valor? ¿Compromiso? ¿Conflicto? ¿Una misión? ¿Reconocimiento de Dios en lo escondido? ¿Búsquedas?
5) Pídele a Dios, u ofrécele, aquello que te parezca importante.
6) Termina tu oración
Repite esta oración cuantas veces creas que te puede ayudar. Y en la vida cotidiana, cuando en estos días, veas esas imágenes y estampas navideñas, recuerda esta oración y vuelve a ofrecerle a Dios aquello que quieres.
De los Jesuitas de la Provincia de Castilla
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