La vida es un don. Ninguno de nosotros decidió nacer. Nos fue dado el respirar, crecer, vivir. Sin embargo esa vida no se hace plena si no es con el ejercicio de nuestra libertad, el regalo más hermoso que distingue al ser humano. Escojer aquello que nos ha sido dado es, quizás, el modo más fecundo de recibirlo, de hacerlo propio, de adentrar su misterio.
Esta canción con texto de Benjamín Gonzalez Buelta, SJ nació como un modo de acompañar la ilusión y la esperanza de los jóvenes peregrinos chilenos que se reunieron con el Papa Juan Pablo II en Toronto el año 2002. Su estructura es muy simple (AA-B-AA-B-C). Puedes bajar la letra y los acordes aquí (Escojo la vida). Sugiero poner especial atención al texto, que es riquísimo, y dejar que las imágenes se vayan llenando de contenido con tu propia historia.
¿Qué puede significar para mí hoy acoger mis propios golpes, acallar mis límites, disolver mis miedos?, y frente al mundo concreto en el que vivo: ¿qué tipo de invitación surge con la idea de mirar a los ojos, abrazar una espalda, dar mi palabra? Esta canción puede ser un buen aliciente al despertar, recordándonos que nuestra colaboración en la misión de Jesús pasa por escojer todo aquello que da vida, la fortifica, la dignifica y la multiplica.
Encuentras esta canción tanto en el disco que se editó en Chile con ocasión del Encuentro Mundial de Jóvenes, como en la compilación Consagrados a ti, de Candil Producciones.
Pueden escuchar la canción colocando play en el botón ubicado en el siguiente post
Del Blog de Cristóbal Fones SJ
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