Con la llegada del Adviento,
comenzamos el camino que nos
conducirá hasta la Navidad. La liturgia
de estos días nos irá acercando al
misterio revelado en el nacimiento del
Señor. Cómo y cuándo se nos
revelará, no es algo que dependa de
nosotros. Sólo sabemos que sucederá.
Lo nuestro será disponernos para
acoger el don de Dios que siempre se
pronuncia de la misma manera: Jesús.
Desde el Centro Arrupe de Valencia
proponemos caminar ignacianamente
en este tiempo de Adviento. Para ello,
iremos desgranando el número 114 de
los Ejercicios Espirituales:
“El primer punto es ver las personas,
es a saber, ver a nuestra Señora y a
José y a la ancila y al niño Jesús
después de ser nacido, haciéndome yo
un pobrecito y esclavito indigno,
mirándolos, contemplándolos y
sirviéndolos en sus necesidades, como
si presente me hallase, con todo
acatamiento y reverencia posible; y
después reflectir en mí mismo para
sacar algún provecho”.
Fuente: Jesuitas de Valencia. Centro Arrupe
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