domingo, 11 de noviembre de 2007

El Evangelio del día


Lucas 17.1-6.


Jesús dijo a sus discípulos: “No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos. ¡Tengan cuidado!
“Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: ‘No lo volveré a hacer’, debes perdonarlo.”
Los apóstoles pidieron al Señor:
—Danos más fe.
El Señor les contestó:
—Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: ‘Arráncate de aquí y plántate en el mar’, y les haría caso.



Recuerdo aquellas veces que sentí que alguien me ofendió …

¿Quién? …

¿Cuándo? …

¿Cómo? …

¿Cómo reaccioné?

¿Me pidió perdón?

¿He podido perdonarlo(a) de verdad, de corazón? …

¿podría perdonarlo(a) nuevamente? …

¿hasta cuántas veces dura mi tolerancia? …

¿difícil?


Para el Señor con fe todo es posible.


¿Cómo anda mi fe? …

¿En qué está débil mi fe?

¿En qué está fuerte?

¿Cómo se nota lo uno y lo otro?.


Igual que los apóstoles, le pido a Jesús:

¡Señor, auméntame mi fe!

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