jueves, 1 de noviembre de 2007

El Evangelio del día


Mateo 5. 1-12.
Todos los Santos

Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que sufren, porque serán consolados.,
Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos.
Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por
causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes


Me imagino sentado en el césped, escuchando a Jesús.
Su voz es fuerte y se escucha claro.
Leo lentamente cada una de las bienaventuranzas.
Lo hago al compás, dejando un tiempo entre cada una de ellas, repitiéndola suavemente.
¿cuál me llega más a mi vida actual?
¿Con cual me siento más identificada(o)?
¿En cual siento más paz y alegría al escucharla?
Vuelvo a repetir esa que me llegó más. ….
Doy gracias al Señor por ese mensaje lleno de esperanza.

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