miércoles, 17 de octubre de 2007

Lectura del Evangelio



) Lucas 11. 42-46.

“¡Ay de ustedes, fariseos!, que separan para Dios la décima parte de la menta, de la ruda y de toda clase de legumbres, pero no hacen caso de la justicia y el amor a Dios. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro.
“¡Ay de ustedes, fariseos!, que quieren tener los asientos de honor en las sinagogas, y que desean que la gente los salude con todo respeto en las calles.
“¡Ay de ustedes, que son como sepulcros ocultos a la vista, los cuales la gente pisa sin saberlo!”
Le contestó entonces uno de los maestros de la ley:
—Maestro, al decir esto nos ofendes también a nosotros.
Pero Jesús dijo:
— ¡Ay de ustedes también, maestros de la ley!, que cargan sobre los demás cargas que nadie puede soportar, y ustedes ni siquiera con un dedo quieren tocarlas.




Al leer las advertencias de Jesús, ¿cómo me siento tocado? …

¿Doy como ayuda fraterna lo que me sobra? …

¿Cómo mis actos de piedad están centrados en el amor y la justicia?

¿Cuándo he caído en querer figurar y ser el primero?

¿Cuándo me ha gustado ser admirado y tener más poder que los otros? …

Analizo mi posición en la familia, en la comunidad, en el trabajo, en el estudio, en la sociedad… ¿Caigo en la soberbia y en la búsqueda de la fama y el poder? …

Recuerdo cuando he exigido juzgando a otros por lo que yo mismo no soy capaza de hacer. ¿Cuándo le he exigido a quienes quiero más de lo que pueden hacer? ¿les ayudo? …

Le pido perdón al Señor ante estas situaciones y ayuda para ser un apóstol de verdad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Evangelio en que El Señor nos muestra la radicalidad del su llamado.
Es para nosotros es nuestro horizonte de sentido.

Estamos en camino Señor, como en Emaus