lunes, 22 de octubre de 2007

El Evangelio de hoy



Lucas 12. 13-21.


Uno de entre la gente le dijo a Jesús:
—Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.
Y Jesús le contestó:
—Amigo, ¿quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor?
También dijo:
—Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.’ Y se dijo: ‘Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?’ Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.”

Contemplo aquellas cosas que poseo.

Hago un recuento de mi haber y mi poseer.

Lo material y también mis posiciones lo que he logrado …

Mi inteligencia, mi trabajo, mis estudios …

¿Cuáles de ellas cuido con mayor cuidado?.

¿Para qué? ¿Porqué? …

¿Y si Dios me llamara esta noche? …

¿Qué es lo que más me gustaría tener presentándome al Señor?.

Hago un momento de oración con el “Tomad Señor y recibid”.

Lo hago mío, lo aplico a mi vida.

No hay comentarios: