Como medida para combatir la mortalidad materna en el mundo
Discurso de la Iglesia en la XVI Sesión Ordinaria del Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra
(Jesús Bastante).- El representante de la Santa Sede ante la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra, Silvano Tomasi, propuso en su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos elevar la edad mínima internacional para contraer matrimonio a los 18 años, como medida para combatir la alta tasa de mortalidad maternal en el mundo.
En su discurso, pronunciado el pasado 14 de junio pero que hoy ha oficializado la Santa Sede en su Boletín, Tomasi también incide en que los índices de mortalidad, especialmente en África, podrían reducirse "si se mejora el acceso a los antirretrovirales", tanto para la madre como para el recién nacido.
El prelado vio como aspectos positivos el incremento de las tasas de escolarización y de asistencia médica básica, aunque recordó que, cada año,que, cada año, "unas 350.000 mujeres mueren durante el parto", sobre todo entre las poblaciones más pobres del mundo. "No podemos olvidar que tres millones de niños mueren cada año durante su primera semana de vida, otros tres millones nacen muertos mientras 2.3 millones mueren cada año durante sus primeros 12 meses de vida", apuntó Tomasi.
"Un suministro de sangre limpio y un abastecimiento de agua potable, antibióticos adecuados y la introducción de una edad mínima de 18 años para el matrimonio, son medidas de las que podrían beneficiarse tanto la mujer que da a luz como sus niños", propuso el representante vaticano.
"Si la comunidad internacional desea reducir eficazmente las trágicas cifras de mortalidad maternal -concluyó- debe promover el respeto y la promoción del derecho a la salud y el acceso a medicamentos por parte de los Estados, así como por las ONG y la sociedad civil".
RD
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