domingo, 18 de octubre de 2009

Espacio Sagrado


Marcos 10: 35-45
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir". El les dijo: "¿Qué quieren de mí?". Respondieron: "Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria". Jesús les dijo: "Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado? "Ellos contestaron: " Sí, podemos". Jesús les dijo: "Pues bien, la copa que yo bebo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que yo estoy recibiendo; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros".

Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. Jesús los llamó y les dijo: "Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

Muchos títulos del Señor incluyen la palabra Siervo, junto con la de Rey, Mesías y Señor. Ésta es una de las identidades más profundas: Él es, entre nosotros, Aquél que sirve a los demás.
Obsérvenlo en los Evangelios, enseñando a sus discípulos a ser como Él: uno que sirve a los demás con amor. También nos enseña esto en nuestras oraciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SEREMOS DEL TODO SEMEJANTES A EL.
Lo dice expresamente: nos promete su copa y su bautismo.
¿Cuándo? ¿Dónde?
El último día, y
"Dondequiera esté el cuerpo ahí se juntarán las águilas"
¿Y cómo...?
Siguéndolo.
"Observa solamente las huellas de su rueda"...blanca, pura, pacífica, humilde, llena de amor... y su luz, roja, peligrosa, como su manto.
No sé más.
. . .