lunes, 14 de septiembre de 2015

LECTURAS PARA EL DÍA DE HOY



Lectura Misa del Dia Lunes Septiembre 14 2015


PRIMERA LECTURA



Fiesta de la Exaltación de la santa Cruz

Números 21, 4-9
Si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce quedaba curado.
En aquellos días, el pueblo se impa­cientó y murmuró contra Dios y con­tra Moisés, diciendo: “¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que murié­ramos en el desierto? No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida”.
Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moi­sés y le dijo: “Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes”. Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz una ser­piente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido mordi­do por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Palabra de Dios

SALMO
Del salmo 77
No olvidemos las hazañas del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi ense­ñanza;
presten oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anuncia­ré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir,
lo buscaban y madrugaban para volverse hacia Él.
Se acordaban de que Dios era su auxilio;
el Dios altísimo, su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca,
le mentían con su lengua;
su cora­zón no era sincero con Él,
ni eran fieles a su alianza. R/.
Pero Él sentía lástima de ellos,
les perdonaba su culpa y no los destruía.
Muchas veces dominó su ira
y apagó el furor de su có­lera. R/.

 
SEGUNDA LECTURA
Filipenses 2, 6-11
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas.
Cristo Jesús, siendo Dios, no con­sideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición di­vina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo se­mejante a los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se hu­milló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre to­das las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, pa­ra que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Je­sucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios

EVANGELIO
Juan 3, 13-17
El Hijo del hombre tiene que ser levantado.
En aquel tiempo, Jesús dijo a Ni­codemo: “Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así co­mo Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser le­vantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mun­do, que le entregó a su Hijo úni­co, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, si­no para que el mundo se salvara por Él”.
Palabra del Señor

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