Preocupa al Comité Permanente del Episcopado la predisposición a la agresividad y la violencia en la convivencia social. Los pastores invitan a redoblar esfuerzos hacia una educación para la paz.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile lamenta los episodios de violencia registrados la noche del pasado 11 de septiembre, que “estremecen nuestra memoria, y producen sentimientos encontrados en este tiempo de fiesta, en el mes de Chile”.
En la declaración, que lleva por título “Educar para la Paz, Desafío para Chile”, manifiestan su dolor por la “muerte injusta de un carabinero, hombre querido por su familia y sus compañeros, servidor de su patria y de su gente. Nos inquieta la violencia irracional de personas que se amparan en la oscuridad y en el tumulto para herir, agredir y saquear. Nos asombra ver a niños pequeños manipulando armas. Nos conmueve que se ataque a las escuelas donde se educan los pobres para que tengan mejores oportunidades, o que se destruya y robe los modestos bienes de los propios vecinos”.
Más adelante expresan su preocupación por la peligrosa relación entre la delincuencia y el narcotráfico que se apoderan de poblaciones, barrios y vías públicas, que generan una violencia irracional. “Necesitamos redoblar esfuerzos en el desafío de educar para la paz. Educar para la paz no es sólo una tarea de autoridades. Urge conversar el tema en el hogar, en los colegios, organizaciones comunitarias y sociales.
A los medios de comunicación también corresponde reflexionar sobre las maneras directas e indirectas en que se exacerba la violencia. Pero, ante todo, necesitamos apreciar más el testimonio coherente de la gente de paz, de las instituciones encargadas de proteger el orden y la seguridad, como Carabineros de Chile, y de las personas de buena voluntad que enfrentan las agresiones con diálogo y con amor. Esos gestos convencen más que cualquier discurso”, señalan.
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Fuente: Prensa CECh
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