miércoles, 25 de marzo de 2015

DÍA MUNDIAL DE LA CVX


 Día Mundial CVX 2015 – Familia 

Proyectos No.161, Diciembre 2014



“y estaba allí la madre de Jesús,
Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos” Juan 2,1-2 


Queridos amigos en el Señor – la familia CVX Mundial, 

Saludos cordiales del ExCo mundial, con especialmente buenos deseos para la época navideña y abundantes bendiciones para el Año Nuevo 2015! 

Con ocasión del año de oración y reflexiones dedicadas a la familia entre el Sínodo Extraordinario sobre la familia de octubre 2014 y el Ordinario de octubre 2015, celebraremos el Día Mundial CVX con María, centrando nuestras reflexiones de gratitud, apertura y admiración en torno al regalo e invitación de la familia y las familias en nuestras vidas. 

La CVX es activa en el campo de misión de la familia desde muchas perspectivas, primero siendo nosotros mismos miembros de familias. Todos estamos, en un modo u otro, interesados e involucrados en construir mejores condiciones para las familias en todas partes. Además un número significativo entre nosotros está directamente comprometido en diversos ministerios y estudios sobre la vida familiar los cuales procuran sacar a la luz los desafíos y dificultades para las familias hoy, y buscan maneras de superarlos y resolverlos hacia una vida más plena para todos. Estamos agradecidos por este enorme regalo, y por la invitación a profundizar nuestro compromiso y servicio a la familia tanto local como universalmente. 

Como una Comunidad Mundial reunida en Beirut, pusimos en pocas palabras dos ejes de nuestra llamada al servicio de la familia, a saber: 

 Mostrar apertura, compasión, respeto y sensibilidad hacia las personas que pertenecen a realidades familiares diversas 

 Crear procesos de formación para parejas y familias, en colaboración con otros. 

Sin embargo, los dos ejes son muy desafiantes, lo que implica programas de misión urgentes, específicos y de largo plazo. 


Celebración 

1. Tenemos mucho que celebrar de lo que el Señor ha hecho con nosotros y por nosotros en nuestras propias familias. Consientes que nuestra propia familia es una de las áreas más básicas y prioritarias en las que Dios nos ha enviado a participar de su misión, compartir sobre nuestras alegrías en este frente podemos abrirnos a la gran maravilla de lo que Dios está haciendo en nuestras familias. Recibimos nuestras propias familias y nuestros seres queridos como un regalo de Dios. Celebrémoslo y crezcamos en el amor que les tenemos. Hay mucho que compartir a este respecto, con espíritu de humildad, apertura y gratitud. 


2. Podemos alegrarnos por tantas respuestas maravillosas a la vocación de la familia que la CVX está haciendo en nuestras comunidades locales, nacionales y alrededor del mundo. Hay muchos miembros CVX que además están al servicio de otras familias más allá de la suya propia. En algunas de nuestras comunidades, acogemos y/o atendemos a personas de diversos tipos de familias. Celebremos el privilegio de ser enviados en este frente de misión elegido. Una vez más invitamos a nuestras comunidades a compartir sobre las fructíferas experiencias de misión de diversas realidades familiares, con espíritu de apertura, gratitud y creciente disponibilidad al movimiento del Espíritu de Dios en misión. 

En todos nuestros países, somos consientes de la necesidad de poner cuidado a las menos tradicionales formas de familia, incluso cuando estas pueden diferir de un país a otro. Estas familias se experimentan a sí mismas en los márgenes de nuestras comunidades de fe. Sin embargo, no son menos amadas por nuestro Señor que quiere atraer a todos hacia el centro de su corazón donde el amor de Dios se ofrece en su totalidad (Mt 23, 37). Conocemos miembros que han ido más allá de los bordes y crecen en la capacidad para cuidar. Este cuidado se ha desarrollado en una seria reflexión junto con estas familias no-tradicionales y sus miembros, trayendo la sabiduría de su experiencia de vida, su misterio pascual, en la reflexión del misterio que es nuestra misión. Muchos cristianos en familias no tradicionales son un testimonio de amor por la Iglesia aunque muchos de ellos sienten que esta no ha sido capaz de estar con ellos. ¿Estamos abiertos a celebrar estos signos de la obra del Espíritu? 


 3. Estamos aumentado en conciencia y entendimiento de la necesidad de desarrollar y compartir herramientas para apoyar miembros de familias dentro de sus distintas realidades y las de sus seres queridos. En algunos países, hemos desarrollado una fuerte tradición de misión a las familias y tenemos recursos que podemos compartir con la comunidad en todo el mundo. 


4. En nuestros días, hemos experimentado una llamada simultánea, junto con la Iglesia universal, para reflexionar sobre lo mucho más que podemos hacer en este campo privilegiado. No podemos dar por hecho que en muchos países al mismo tiempo la CVX crece en conciencia del tremendo desafío y posibilidad/oportunidad ofrecidos por las familias en nuestra misión. 


Desafío 

1. Ninguna de nuestras propias situaciones familiares son perfectas. De hecho, el recorrido de todas nuestras familias se hace con muchas imperfecciones. Todos tenemos necesidad de la compasión y la sensibilidad a la que nos llama nuestro mandato de Líbano. Algunos de nosotros vivimos la experiencia de soledad, desilusión y sentido de exclusión debido a ciertas realidades en nuestras situaciones familiares. Cada uno de nosotros se puede preguntar: ¿soy consiente y acepto mi fragilidad y debilidad en la forma en que vivo en y con mi familia?, ¿Cómo puedo aprender a hablar/compartir acerca de esta vulnerabilidad?

En nuestras conversaciones con nuestras familias hemos/podríamos darnos cuenta que necesitamos crecer en espíritu de compañerismo y compasión frente a algunas de las dificultades que tenemos a mano. ¿Qué tan preparados estamos como individuos y comunidades para compartir acerca de dichas experiencias de desencanto?, ¿Cómo podríamos desarrollar las habilidades para vivir con y hablar de la desilusión dentro de nuestras familias y comunidades? 


2. Muchas familias y sus miembros no pueden permanecer en comunidades de fe durante y después de percibir experiencias de fracaso, tal vez porque sutilmente hayamos catalogado su fracaso como “fuera de la ley”, especialmente en el matrimonio y en la familia, a partir de nuestras conversaciones. Es posible que tengamos un enfoque “triunfalista” de nuestras vidas familiares en nuestras comunidades, que podrían no acoger y apoyar a quienes están luchando o cuyo estilo familia de vida no entendemos, aprobamos o compartimos. Puede ser que tengamos que aprender a construir redes de seguridad para los que son diferentes y aquellos cuyas experiencias pueden ser percibidas como “fracaso”. María, nuestra madre y modelo, puede instruir a nuestros corazones y la comunidad sobre la forma de llevar al Señor a los que “no tienen vino”, y cómo llenar sus jarras en la preparación para la acción de Dios en su nombre. 


3. Estamos aprendiendo que la conversación sobre las familias, cualquiera que sea su tipo o realidades, pertenece a la conversación familiar. Si alienamos la conversación sobre tipos de familias no tradicionales de las de familia tradicional corremos el riesgo de poner todas estas conversaciones fuera de perspectiva. Si los discursos del tipo familia-tradicional ignoran la experiencia de la experiencia de la familia-no-tradicional, ellos mismos se cierran al todo. Sin embargo, nosotros laicos vivimos nuestra vocación en el espacio de las realidades cotidianas. Todo alrededor de las familias es acerca de personas y sus experiencias, su necesidad de amor y de pertenecer. 


4. A medida que nos abrimos más profundamente, podemos también encontrar que es mucho lo que se ha olvidado e incluso descuidado. Hay familias en nuestros barrios y países a las que se les han bloqueado los caminos a una vida más plena, tanto en la sociedad general y en nuestras comunidades de fe, tal vez debido a las barreras por las que no hemos hecho suficiente para derribar. De hecho, estas pueden ser familias muy cercanas a nosotros. 


Animo 

 ¿Qué se hemos hecho por Cristo en la familia? 

 ¿Qué estamos haciendo por Cristo en la familia? 

 ¿Qué podemos hacer por Cristo en la familia? 


Durante este año el Papa nos ha invitado a estar comprometidos junto con nuestras iglesias locales, en los debates en torno a los 62 párrafos producidos por el Sínodo Extraordinario, avanzando hacia el Sínodo Ordinario, con la esperanza de que como Iglesia podamos encontrar orientaciones y actitudes pastorales más compasivas y vivificantes a todas las familias. Instamos a nuestra Comunidad Mundial a unirse en esta peregrinación con la Iglesia Universal, colaborando en las iniciativas y esfuerzos con otras comunidades eclesiales, portando el don de nuestras Herramientas Ignacianas en el discernimiento de los dones de Dios a la familia en nuestros tiempos, y recibiendo la riqueza de los demás donde sea posible. Con María, como en las bodas de Caná, podemos leer el documento de preparación para el Sinodo 2015 (Lineamenta)1 en nuestras comunidades, y elegir cuidadosamente aquellos puntos sobre los que estamos llamados a poner nuestra contribución, “llenando las jarras” con espíritu de generosidad y apertura a la acción de Dios. Como María (Lc. 2,19) vayamos “con verdadero discernimiento espiritual,…[busquemos] encontrar soluciones concretas a tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar; para dar respuestas a los numerosos desánimos que circundan y ahogan a las familias”2 . Podemos llevar nuestra contribución a través de los mecanismos locales de la Iglesia. Les animamos, también, para recoger sus experiencias, ideas y sugerencias en comunidades locales y nacionales y enviarlas al Secretariado Mundial de la CVX. Un comité CVX del ExCo Mundial sobre Familia encontrará la manera de canalizarlos en los procesos del Sínodo. También podremos utilizar estos materiales para nuestra futura labor en la frontera de familia como una comunidad peregrina en misión, buscando los caminos de Dios en la maraña de realidades diversas. 

Es verdad que no siempre tenemos las respuestas; Jesús nos pide que estemos presentes y estemos con El en la oscuridad de nuestra incapacidad. Como dice el Papa Francisco: “El Espíritu nos da esa sabiduría que va más allá de la ciencia, para trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad”3 


Nuestro rol en la misión es sobre todo amar y escuchar activamente. Familias de todo tipo son capaces de hablar por sí mismas, y compartir sus experiencias. Cuando escuchamos, su experiencia se convierte en un camino de verdad y de redención tanto para ellos como para nosotros. “Pidamos ante todo al Espíritu Santo el don de la escucha: escuchar a la manera de Dios… escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”4 


Dejemos que estas disposiciones permanezcan en nuestros corazones, que puedan ayudarnos a profundizar nuestro amor por y nuestro servicio a (diferentes tipos de) familias en nuestra comunidad humana local, nacional y mundial. 

Unidos en oración y servicio, 

Edel Churu (Vice Presidente),
 Denis Dobblestein (Consultor) con el Consejo Ejecutivo de la CVX Mundial 




 1.http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20141209_lineamenta-xiv-assembly_sp.html 

2 Papa Francisco. Octubre 18, 2014. Discurso en la clausura del Sínodo Extraordinario de Obispos sobre la Familia. 

3 Papa Francisco. Octubre 5, 2014. Homilía durante la apertura del Sínodo Extraordinario sobre la familia. 

4 Papa Francisco. Octubre 4, 2014. Discurso durante la Vigilia de oración en preparación del Sínodo sobre la Familia.

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