El caso podría salpicar directamente al Papa, según "The New York Times"
Lombardi reconoce la gravedad del caso de Lawrence C. Murphy, fallecido en 1998, que abusó de 200 niños sordos
El Vaticano no hizo nada contra un sacerdote estadounidense que al parecer abusó de hasta 200 niños sordos, según asegura este jueves la edición digital del diario 'The New York Times'.
Tampoco el entonces cardenal Joseph Ratzinger y actual papa Benedicto XVI hizo algo, a pesar de que varios obispos estadounidenses advirtieron que los hechos podían llevar a la Iglesia a una situación embarazosa, añade el periódico.
El diario se basa en documentos que obtuvo de abogados que representan a demandantes contra el arzobispado de Milwaukee, estado de Wisconsin. De ahí se desprende que representantes de la Iglesia analizaron la posibilidad de alejar al sacerdote de su cargo. Pero la protección de la Iglesia ante un escándalo tuvo prioridad.
El acusado es el sacerdote Lawrence Murphy, fallecido en 1998, que entre 1950 y 1974 trabajó en una conocida escuela para niños sordos. En 1996, el entonces cardenal Ratzinger no respondió a dos cartas del entonces arzobispo de Milwaukee, Rembert G. Weakland, con respecto al caso, asegura el rotativo neoyorquino.
Ocho meses después de que Ratzinger recibiese las cartas, el segundo de la oficina, el cardenal Tarcisio Bertone, actual secretario del Estado vaticano, ordenó a los obispos de Wisconsin comenzar un juicio canónico secreto que podía haber llevado a la expulsión de Murphy. Bertone paró el proceso después de que el cura acusado escribiera a Ratzinger explicando que no debería ser enjuiciado pues estaba enfermo y arrepentido, cuenta el diario estadounidense.
"Solamente quiero vivir el tiempo que me queda en la dignidad del sacerdocio", suplicaba Murphy en la misiva, "solicito su bondad en este asunto". Los archivos no contienen respuesta de Ratzinger. En lugar de ser castigado, el padre Murphy fue trasladado del Arzobispado William E. Cousins de Milwaukee a la Diócesis Superior en el norte de este Estado en 1974, donde pasó sus últimos 24 años de vida.
Según el diario, en total tres arzobispos seguidos de Wisconsin fueron informados del supuesto abusador, pero ninguno de ellos informó a las autoridades. De esta manera, Murphy nunca fue juzgado por un tribunal.
El arzobispo Weakland hizo investigar las acusaciones contra Murphy en 1993 por un trabajador social especialmente entrenado. Murphy declaró que abusó de 200 niños y no mostró arrepentimiento alguno, según este relato.
En 1974, el sacerdote fue trasladado en silencio a una diócesis en el norte de Wisonsin. Allí tuvo trato con niños y adolescentes hasta su muerte en comunidades, escuelas y un centro penitenciario juvenil, según la acusación.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha reconocido al New York Times que el nuevo caso es "trágico", y ha estimado que los niños de los que abusó Murphy eran "especialmente vulnerables", pero ha alegado que el caso no se remitió al Vaticano hasta 1996, años después de que las autoridades civiles dieran por cerrada la investigación.
(Rd/Agencias)
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