lunes, 13 de enero de 2014

Algo para pensar y orar en esta semana



¿Cómo me ves?
San Ignacio nos lanza esta aparentemente sencilla pregunta, mientras nos instalamos a orar. La mirada divina está indudablemente sobre todos nosotros; pero, ¿cómo me mira Dios a mí? ¿Me ve Dios como un problema, como una irritación, como una irrelevancia?
Un buen matrimonio sufrió, hace poco, la muerte de su hija enferma de cáncer ovárico. Ella era una niña agradable, no abiertamente religiosa. Había estado dedicada a formarse una vida y una carrera, y tenía una relación estable con su novio. Sus padres hicieron todo lo que pudieron para ayudarla durante su corta y terrible enfermedad; pero más que todo la amaron, y ella llegó a darse cuenta de la profundidad del amor que le tenían, más allá de lo que podía imaginarse. Y no solo eso, pues comenzó a ver que muchas otras personas la amaban: sus amigos, colegas y conocidos. Las misas y las oraciones por su recuperación, y las tarjetas de buenos deseos llegaban todos los días, junto a muchas lágrimas.
Poco a poco pude darme cuenta que ella era amada, no por ser brillante o especialmente cariñosa con los demás, sino sencillamente porque ella existía. Eso era suficiente.
Y también pude ver que, para que Dios me ame, basta con ser un miembro de su Creación. Dios ve a todos y todas como “muy buenos” (Génesis 1:31), por lo que Dios también me ve como muy bueno.   
Espacio Sagrado

No hay comentarios: