En Barcelona, Benedicto XVI, luego de declarar Basílica Menor a la Iglesia de la Sagrada Familia y antes del Ángelus, destacó que Gaudí, con su obra, pretendía llevar el Evangelio a todo el pueblo. Por eso, concibió los tres pórticos del exterior del templo como una catequesis sobre Jesucristo, como un gran rosario, que es la oración de los sencillos. El Papa, definió la nueva Basílica como una alabanza a Dios hecha de piedra, y que su arquitecto quería que tenga como protagonistas las personas más humildes y simples. Asimismo, recordó que en el silencio de Nazaret, Jesús nos enseñó que toda la Iglesia, escuchando y practicando su Palabra, se transforma en su Familia...
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