domingo, 12 de septiembre de 2010

En la Fiesta sw San Alberto Hurtado sj: MIRAR LA REALIDAD CON LA MIRADA DE CRISTO

PROVINCIA CHILENA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

MIRAR LA REALIDAD CON LA MIRADA DE CRISTO

Fiesta de San Alberto Hurtado SJ


Queridos Hermanos y Hermanas,

En el año del bicentenario de nuestra independencia nos reunimos para celebrar la fiesta de San Alberto. Un hombre que con su vida y testimonio nos mostró el verdadero rostro de Dios al mismo tiempo que nos enseñó a descubrir a Cristo en nuestros hermanos. Con alegría, lo reconocemos como una visita de Dios entre nosotros, un padre de la Patria que, junto a otros hombres y mujeres a lo largo de nuestra historia, ha contribuido a construir el alma de Chile.
Venimos a agradecer por un hombre que ha hecho vida el texto del Evangelio que hoy escuchamos.


El Padre Hurtado es uno de aquellos que a lo largo de nuestra historia se han preocupado de que cada hombre y mujer de esta tierra sea tratado con la dignidad que se merece. Hombres y mujeres que han luchado para que en esta mesa haya lugar para todos, tanto para aquellos que estaban sentados a la mesa mucho antes de la declaración de la independencia de nuestro país como para quienes llegamos mucho después buscado un lugar en esa mesa.


Lo que hemos vivido a lo largo de estos meses ha estado marcado por situaciones que no siempre queremos mirar. El terremoto y el maremoto nos han mostrado los desiguales estándares con los quehemos construido nuestro país, han dejado al descubierto la vulnerabilidad y la pobreza de tantos.


La exclusión y la desigualdad que persisten en nuestro país. Hace unas semanas la reacción que tuvimos ante la petición de indulto de nuestros pastores explicitó que la compasión y solidaridad que experimentamos en torno al terremoto no alcanza para aquellos hermanos nuestros privados de su libertad, hacinados, en condiciones injustas y poco humanas.


En estos días estamos conmovidos con las familias de los mineros atrapados bajo tierra y confiamos que lo que nos afecta situaciones como esta nos comprometerá a revisar las situaciones laborales en que trabajan muchos de nuestros hermanos. La situación de los treinta y cuatro hermanos mapuches en huelga de hambre hace más de un mes, casi totalmente ausente de los noticieros y diarios, nos invita a revisar el trato que les damos y las leyes que aplicamos que directamente los afectan.


También nuestra Iglesia pasa por momentos difíciles, momentos duros, y para muchos momentos de crisis. Ya sea una crisis o un golpe duro, para la mayoría de nosotros la situación que atravesamos supone un duelo que quisiéramos ver como una oportunidad.


En tiempos como los que estamos viviendo, lo que el país necesita de nosotros es que al igual queel Padre Hurtado seamos hombres y mujeres capaces de mirar lo que está sucediendo con los ojos de Dios. Mirar con la mirada de Cristo, atender y discernir la realidad reconociendo a Cristo en quienes experimentan pobreza y exclusión. Con esa mirada probablemente la situación de nuestros hermanos no nos amenazaría, como muchas veces los hace, sino que nos interpelaría, nos comprometería.


Por eso no da lo mismo desde donde miramos o queremos mirar la realidad. Jesús quiso mirar larealidad desde abajo, desde los excluidos. Así nos mostró la mirada amorosa de Dios Padre. El PadreHurtado lo quiso imitar y la miró desde los niños que vivían bajo los puentes, los hombres y mujeresde la calle, los sindicalistas. ¿Desde dónde queremos mirar nosotros hoy lo que está pasando enChile, en la Iglesia, en el mundo?


Podemos escoger desde dónde mirar, elegir dónde ponernos ante el dolor de muchos de manera que podamos ver. Aprender a mirar con el corazón desprotegido para conmovernos al modo de Cristo. Mirar la realidad de nuestro país y de nuestra Iglesia y hacer en esa mesa un lugar para todos.Comprometer la vida al servicio de los que celebran el bicentenario de nuestra independencia en los márgenes de la exclusión.


Para construir una mesa para todos necesitamos acoger la invitación del Evangelio. Mirar al modo de Cristo, mirar de cerca, con cariño, porque es el dolor de mi hermano, diría el Padre Hurtado. Y al igual que el Padre Hurtado tener una mirada que se conmueva, que no se acostumbre a la injusticia,una que no sólo sienta compasión sino que nos haga caminar junto a los pobres en la realidad que queremos transformar. Tener la mirada de María que con Dios en su vientre parte a su prima que la necesita.


El Señor nos invita a ver el mundo como un lugar donde él actúa y colaborar con él. Hacerlo con esperanza porque él nos acompaña y fortalece en el camino, porque tenemos la certeza de que el Señor no nos abandona, nos lleva de la mano. Lo hizo con muchos a través del Padre Hurtado, lo hace con nosotros a través de otros y queremos que lo experimenten muchos a través de nosotros.


Al Padre Hurtado le gustaba preguntarse ¿Qué haría Cristo si estuviera en mi lugar? Esa es la pregunta que estamos invitados a hacernos de cara al Bicentenario de nuestra independencia.

¿Cómo se acercaría Cristo a las víctimas los escándalos que tanto lamentamos? ¿Qué actitud tendríaCristo ante los migrantes, los pueblos originarios? ¿De qué modo se comprometería Cristo con todos aquellos que viven en la exclusión?

¿Qué haría Cristo antes la necesidad de muchos y la ostentación de pocos que tienen mucho?¿Cómo usaría Cristo su poder en favor de aquellos que son silenciados, marginados, excluidos?¿Qué haría Cristo ante tantos que no conocen a Dios o que creen que Dios los ha abandonado?


Todos estamos invitados a cambiar la mirada y comprometer la vida para construir unapatria donde todos tengan su lugar en la misma mesa como anticipo del banquete del Reino.


Que san Alberto Hurtado interceda por esta patria que queremos ayudar a construir. Y a Dios sea elhonor y la gloria por los siglos de los siglos.

Amen

Eugenio Valenzuela SJ
Santuario del Padre Hurtado
18 de Agosto de 2010

3 comentarios:

SISTER MARY KISSES dijo...

CLARO ESO DEBE SER PARTE DEL INICIO DE NUESTRA MISION, INICIAR A PREGUNTARNOS COMO ACTUARIA CRISTO EN ESA SITUACION, ADEMAS DE VER EN LA MIRADA DE LOS EXCLUIDOS EL ROSTRO DE DIOS, Y LUEGO PREGUNTARNOS CON EL ROSTRO ACTUALIZADO DE CRISTO PODRIAMOS SEGUIR DICIENDO QUE SOMOS CRISTIANOS? UN SALUDO Y UN BESO DESDE AGUA PRIETA, SONORA, MÉXICO.

SISTER MARY KISSES dijo...

CLARO ESO DEBE SER PARTE DEL INICIO DE NUESTRA MISION, INICIAR A PREGUNTARNOS COMO ACTUARIA CRISTO EN ESA SITUACION, ADEMAS DE VER EN LA MIRADA DE LOS EXCLUIDOS EL ROSTRO DE DIOS, Y LUEGO PREGUNTARNOS CON EL ROSTRO ACTUALIZADO DE CRISTO PODRIAMOS SEGUIR DICIENDO QUE SOMOS CRISTIANOS? UN SALUDO Y UN BESO DESDE AGUA PRIETA, SONORA, MÉXICO.

Anónimo dijo...

Efectivamente, las situaciones sociales denunciadas son profundamente graves y contrarias al orden natural, moral, y cristiano.
El trabajo del proletariado está muy mal retribuido, el trabajo de la mujer se desarrolla en condiciones de injusticia, quienes hacen trabajar a menores no son sancionados. Pareciera que el estado de derecho neoliberal vende los derechos de las personas segun su nivel de ingresos, y lucran con eso de modo anónimo.
Los medios de comunicación, cómplices de fanfarria, viven en una fiesta permanente de despilfarro y hedonismo, dónde el individualismo y pensamiento acrítico, son la norma del escarnio.
Proliferan los fundamentalismos, cientifico-tecnológicos, religiosos,
étnicos, y el neofundamentalismo de una "izquierda" permisiva/restrictiva, que pacta con la fronda del poder, y las instituicones de facto.
¿Qué haría Cristo?
De hecho lo hace, allá, Jesús González forma un Sindicato, Pedro Lemebel las canta más claras desde el fondo, y Juan Díaz, no se queda atrás, y pretende redescubrir la totalidad del mensaje cristiano, manipulado historicamente por la Iglesia, como Institucion de Poder social y económico, Iglesia de "oropeles de espiritualidad vacía" en el decir de Eduardo Frei Montalba.
¿Cuándo comprenderemos que Verdadera Comunión es compartir el pan de cada día en el trabajo por la justicia y la paz, la misericordia, y la verdad?
Sólo en esa medida somos o seremos Bienaventurados.