jueves, 5 de febrero de 2015

Además de Romero, comienza la causa de beatificación del jesuita Rutilio Grande


EL POSTULADOR MONS. PAGLIA


Conferencia de prensa del postulador Paglia, después de la firma del Papa: durante años «montañas de papeles» desde El Salvador y en ambientes eclesiales en contra de la causa

IACOPO SCARAMUZZI

CIUDAD DEL VATICANO


Ayer, la firma de Papa Francisco para la beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte vinculados con el régimen. Hoy, monseñor Vincenzo Paglia, promotor de la causa de Romero, anunció durante una conferencia de prensa en el Vaticano que «desde hace tres meses comenzó en San Salvador el proceso de beatificación de padre Rutilio Grande, porque es imposible comprender a Romero sin comprender a Rutilio Grande». Jesuita, colaborador de Romero, Rutilio Grande García fue asesinado también por los escuadrones de la muerte en 1977.


Durante la conferencia de prensa también participaron el historiador Giuseppe Morozzo Della Rocca, colaborador del postulador y biógrafo de Romero, y mons. Jesús Delgado Acevedo, secretario personal y postulador diocesano de la causa de Romero.


El vocero vaticano, padre Federico Lombardi, indicó que el anuncio de esta segunda beatificación demuestra que la decisión del Papa sobre Romero «no fue un hecho aislado», y, a la luz del testimonio de «muchos sacerdotes y fieles que dieron sus vidas», se preguntó si el del arzobispo de San Salvador era un caso aislado. Mons. Paglia dijo que la beatificación de Romero es «una apertura bastante robusta» y que «ya se están estudiando otros documentos de otros mártires» de América Latina.


«Ahora no es el momento de ver hacia el pasado, sino al presente para percibir una profecía: teníamos que esperar al primer Papa latinoamericano para beatificar a Romero, porque en el encuentro entre esta beatificación y el Pontificado de Papa Francisco hay una semejanza, que es la Iglesia pobre y para los pobres», explicó mons. Paglia.


Sin embargo, los periodistas tenían muchas preguntas sobre los retrasos y los obstáculos relacionados con la beatificación de Romero. Durante los años, respondió el Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, llegaron «kilos de papeles» en contra de Romero, a veces de buena fe y otras no tanto. «Escribían que hacía política, que era un seguidor de la Teología de al liberación. Romero respondió: “Claro, la de Pablo VI”. Lo acusaron de problemas de carácter, de desequilibrios. Todo ello, obviamente, frenó el proceso y reforzó a los enemigos». Los enemigos dentro del país: «Hubo dificultades incluso entre los obispos del país», explicó Paglia, quien aludió también a la «derecha política» y a los «predecesores del embajador» actual de El Salvador ante la Santa Sede, que estaba presente en la conferencia de prensa. Los enemigos vaticanos: monseñor Paglia aludió fugazmente al nuncio apostólico de aquella época, Emanuele Gerada, pero precisó que, «en el testimonio sobre el martirio, en 1996, estaba de acuerdo». Al responder a una pregunta sobre el ejemplo que podría dar en un futuro la oposición del cardenal colombiano de la Curia Alfonso López Trujillo, Paglia respondió: «Si vuelvo a ser postulador de otra causa, aprenderé algo; si formo parte del colegio de teólogos y cardenales, aprenderé algo más, pero, obviamente, la decisión sobre Romero acalla los motivos que impidieron un proceso más rectilíneo».


Entre las acusaciones contra Romero, recordó Paglia, también había cuestiones doctrinales, por lo que tuvo que pasar más tiempo para las verificaciones en el ex-Santo Oficio. En contra de Romero había algunos, indicó, con posturas férreas: «si mover un guijarro es fácil, mover una roca es mucho más difícil, pero, al final, como podemos ver hoy, la verdad tuvo su victoria».

Vatican Insider

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