sábado, 25 de julio de 2009

El cardenal Maradiaga dice que la Iglesia no está de parte de nadie y sólo busca la reconciliación


El CELAM se solidariza con el purpurado hondureño

RD/Ep/ZenitViernes, 24 de julio 2009

El arzobispo de Tegucigalpa, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, aseguró este martes que la Iglesia "no puede alinearse con ninguna parte" en Honduras ya que lo único que busca es "la reconciliación, la paz y, sobre todo, el entendimiento a través del diálogo". Así lo declaró el purpurado, que es la máxima autoridad de la Iglesia hondureña, en declaraciones a 'Radio Vaticano' en relación con la situación que está atravesando su país tras el reciente golpe de estado que ha derrocado a presidente Manuel Zelaya.
Ante esta situación, el cardenal Madariaga recordó que "quien ejerce la violencia perecerá en la violencia" y pidió a todos los hondureños que busquen "la unidad en lo que es esencial".
"Los partidos políticos pueden ser legítimos, pueden tener modos distintos de pensar, pero esto no justifica de ninguna de las maneras la violación de la ley", aseveró. Sin embargo, "si volvemos atrás, descubrimos que no ha sido respetada ninguna ley porque quien la ha violado el primero es la máxima autoridad", lamentó.
Este domingo, el Papa Benedicto XVI también manifestó su preocupación por la situación que atraviesa el país centroamericano y pidió a todas las partes que superen "las tendencias particularistas" para asegurar "una convivencia pacífica y una auténtica vida democrática".
Por otra parte, la reunión de coordinación de miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha concluido expresando su solidaridad al arzobispo de Tegucigalpa, el cardenal Óscar Andrés Rodíguez Madariaga S.D.B., por la posición asumida en plena crisis política de Honduras.
Durante la reunión, realizada en la capital colombiana del 21 al 23 de julio, la presidencia del CELAM y los obispos participantes en el encuentro han enviado una carta al purpurado garantizado su cercanía y oraciones al pueblo hondureño.
En la misiva aseguran que "hemos estado pendientes de la difícil situación por la que atraviesa el querido país de Honduras y la Iglesia que peregrina en esa querida nación".
"Queremos hacer llegar a su eminencia nuestro saludo fraterno y sincera manifestación de solidaridad. Hemos puesto ante el altar del Señor nuestra plegaria por su Eminencia, por los miembros de la Conferencia Episcopal y por todo el pueblo hondureño para que el Señor de la vida les de sabiduría y valor necesario en forma tal que, utilizando los medios constitucionales, a través de un diálogo sincero, se consolide la paz y la reconciliación deseada por todos".
"Quiera el Señor Jesús y su Santísima Madre, Nuestra Señora de Suyapa, Patrona de Honduras, acompañar a esta Iglesia particular en este momento difícil de su historia", concluye la carta enviada por el CELAM.
La misiva está firmada por monseñor Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil), presidente del CELAM; monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida (Venezuela), primer vicepresidente del CELAM; monseñor Andrés Stanovnik, OFM.Cap., arzobispo de Corrientes (Argentina), segundo vicepresidente del CELAM; y monseñor José Leopoldo González González, obispo Auxiliar de Guadalajara (México), secretario general del CELAM.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"NO HA SIDO RESPETADA NINGUNA LEY, PORQUE QUIEN PRIMERO LA HA VIOLADO ES MAXIMA AUTORIDAD".
No es efectivo, si se refiere al Presidente Constitucional. Manuel Zelaya.
Si es efectivo si se refiere a Micheletti y sus secuaces (o seguidores) inconstitucionales.
No hay tal cosa como "neutralidad política" en temas esenciales. Menos en cuanto a los DDHH que no se digna a mencionar.
Tampoco es efectivo "que quien ejerza la violencia, perecerá en ella" ésta es una frase atribuida a Jesús, y es probablemente apócrifa.
No es lo mismo la fuerza del derecho popular, que la violencia de la represión y el fasismo impopular.
Como una vez me dijera el cura Montes: "no nos entendemos en nada".
Así es.
Entiéndanse con los Jesuitas primero, después con nosotros.