lunes, 20 de mayo de 2019

¿Cuántos dedos ves?



A veces nos dejamos llevar por lo superficial: colores, imágenes y palabras bonitas. Buenas dosis de normalidad y mucho de rutina.
¿Y si pudiésemos mirar de otra manera? Esos ojos que ven más allá. Que buscan en el interior de las personas y no solo en los problemas. Esa mirada capaz de ver el destello de Dios en cada realidad.
Patch Adams (Tom Shadyac, 1998)
pastoralsj

domingo, 5 de mayo de 2019

EL OLOR DE DIOS


El olor representa lo sutil, lo que no se nota, pero está presente, lo que pasa desapercibido pero deja huella. El buen olor es capaz de cambiar nuestros estado de ánimo, de evocar recuerdos, de tocar nuestros corazón.
Dios actúa de manera semejante, sin que se note, actuando en lo pequeño y escondido, en lo que pasa desapercibido. El paso de Dios por nuestra vida deja un rastro importante, aunque a veces no caigamos en la cuenta, aunque a veces no sepamos reconocerle.

Espiritualidad Ignaciana 

miércoles, 1 de mayo de 2019

DÍA DE LOS TRABAJADORES



Una de las características de la espiritualidad ignaciana es la posibilidad de buscar y hallar a Dios en todas las cosas. Los Ejercicios Espirituales son la herramienta que san Ignacio regaló a la Iglesia para encontrar a Dios en todos los aspectos de nuestra vida. Porque para Él, todo lo nuestro, por insignificante que sea, es tremendamente importante y valioso…hasta nuestra propia ocupación y empleo: nuestro trabajo.
Precisamente hoy, 1º de mayo, celebramos el Día Internacional de los trabajadores. Para muchas personas ir cada día a su trabajo supone un regalo. Para otros muchos, su puesto de trabajo es un lugar áspero, seco. Quizás debido al mal ambiente entre compañeros, a condiciones laborales injustas, al bajo sueldo, etc.

Precisamente hoy la pregunta podría ser ¿Es mi trabajo un lugar para buscar y hallar a Dios? ¿Tengo presente a Jesús en mi horario laboral? Dios se encarna en personas concretas y en situaciones determinadas. Surge la oportunidad –el regalo- de ver a Jesús en mis compañeros, de buscar su voluntad en todo tipo de situaciones –sobre todo, en las más injustas-. Es más, podemos ser testimonio de la misericordia de Dios durante nuestra jornada laboral. No de manera ruidosa ni llamando la atención. Sino fijándonos como lo hizo Jesús: con suavidad, con calma, pero con firmeza.

Ojalá que nuestro trabajo sea un lugar de encuentro con Dios. Un lugar donde podamos dar testimonio de Jesús.

Espiritualidad Ignaciana