lunes, 24 de marzo de 2008

El Evangelio de hoy


Mateo 28. 8-15

Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso, Jesús se presentó ante ellas y las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:
—No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán.
Mientras iban las mujeres, algunos soldados de la guardia llegaron a la ciudad y contaron a los jefes de los sacerdotes todo lo que había pasado. Estos jefes fueron a hablar con los ancianos, para ponerse de acuerdo con ellos. Y dieron mucho dinero a los soldados, a quienes advirtieron:
—Ustedes digan que durante la noche, mientras ustedes dormían, los discípulos de Jesús vinieron y robaron el cuerpo. Y si el gobernador se entera de esto, nosotros lo convenceremos, y a ustedes les evitaremos dificultades.
Los soldados recibieron el dinero e hicieron lo que se les había dicho. Y esta es la explicación que hasta el día de hoy circula entre los judíos.



El resucitado les encarga el mensaje de que se encontrarán en Galilea.

Allá donde todo empezó para los apóstoles.


¿Cuál es mi Galilea? …

¿Dónde conocí a Jesús? …

¿en qué circunstancias? …

¿con qué personas? …

¿Quién me lo presentó? …

¿Cómo fue siendo mi amigo? …


Allá quiere el Señor encontrarse conmigo de nuevo, ahora resucitado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravilloso.
También se cuenta de San Martin de Porras practicaba (no sabemos si concientemente o no) la bilocación, estar en dos o mas lugares a la vez.
La admirable resurreción del Señor, transcurre en un Tiempo que es el tiempo cíclico del reino de los cielos, un tiempo traspersonal.
este tiempo invade, por asi decirlo el tiempo cronológico común.
Jesus, asi visto, es por lo menos un Angel en comunión directa con Dios.
La Iglesia dice más: dice que es Hijo de Dios o irradiación (Verbo) consustancial al Padre.
Y El Padre es el único Dios verdadero, o, mejor dicho, que al Misterio Infinito del ser, de la vida, del tao, etc. podemos y debemos considerarlo no impersonalmente sino paternalmente, filialmente.
"Bienaventurados los que creen sin haber visto"
Eso aspiramos a ser nosotros, sin por eso ser Mateos y Marcos que repiten como CD palabras puramente formales, puramente dogmáticas...