domingo, 26 de abril de 2009

El Papa proclama cinco santos, entre ellos el héroe portugués de Aljubarrota


(RD/Efe).-El Papa proclamó hoy cinco nuevos santos, cuatro italianos y un portugués, Nuno Alvares Pereira (1360-1431), el héroe jefe supremo del ejército luso que venció a las tropas de Juan I de Castilla en la batalla de Aljubarrota (1385), que consolidó a Joao I como rey de Portugal

Los nuevos santos italianos son Arcangelo Tadini (1846-1912), fundador de la Congregación de las Hermanas Obreras de la Casa de Nazaret, y Gertrudis Comensoli (1847-1903), fundadora del Instituto de las Hermanas de Santísimo Sacramento.
Los otros dos son Caterina Volpicelli (1839-1894), fundadora de las Siervas del Sagrado Corazón, y Bernardo Tolomei (1272-138), fundador de la Congregación de Santa María de Monte Oliveto de la orden de san Bernardo.
La proclamación de los cinco nuevos santos se realizó durante una misa solemne celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano a la que asistieron varias decenas de miles de personas y en cuya homilía el papa Benedicto XVI abogó por una sociedad abierta a la justicia y a la solidaridad, "para superar el desequilibrio económico y cultural que continúa existiendo en gran parte del planeta".
Con la canonización de Nuno Alvares, Portugal pasar a formar parte del grupo de naciones europeas que cuentan entre sus santos a héroes nacionales o a reyes, como es el caso de la francesa santa Juan de Arco o el español San Hermenegildo.
Cuando en 1383 murió sin hijos varones el rey Fernando I de Portugal, el rey Juan I de Castilla -casado con Beatriz de Portugal, hija de Fernando I- reclamó la corona lusa, a la que también aspiraba Joao I. El condestable Nuno Alvares Pereira se puso de la parte de Joao I y condujo al ejercito luso a la victoria en Aljubarrota.
Nuno es el padre de Beatriz, que se casó con Afonso, hijo de Joao I, primer duque de Bragança, casa que reinó en Portugal y Brasil hasta principios del siglo XX.
Tras enviudar, abandonó las armas y entró en el monasterio del Carmen de Lisboa, fundado por él. Se entregó a los más pobres, organizando entregas diarias de comida, etc. Falleció en 143 en olor de santidad y ya desde aquella época se llamó "el santo condestable". Fue proclamado beato en 1918.
La italiana Catalina Volpicelli, fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón, nació en Nápoles y quiso ser para los pobres y marginado de la ciudad, en el siglo XIX, un signo resplandeciente de la presencia del buen Samaritano, según su biografía.
Perteneciente a una familia de la alta burguesía, a los 25 años conoció al beato Ludovico de Casoria y decidió dar un cambio radical a su vida, pasando de una vida despreocupada a ocuparse de las personas de la bajos fondos de Nápoles, como los afectados por el cólera.
En 1874 fundó las "Esclavas del Sagrado Corazón". Falleció en 1894 y fue proclamada beata por Juan Pablo II en 2001.
Gertrudis Comensoli nació en la norteña Bienno (provincia de Brescia) en 1847. Quinta de diez hermanos, tras trabajar de sirvienta y dedicarse a la educación de niños, entró en un convento y fundó el Instituto de las Hermanas de Santísimo Sacramento, dedicada a la adoración pública perpetua a Jesús Sacramentado.
Falleció en 1903 y fue beatificada por Juan Pablo II en 1989.
Bernardo Tolomei fundador de la Congregación de Santa María de Monte Oliveto de la orden de San Bernardo, nació en Siena, centro de Italia. Estudió jurisprudencia y fue militar.
A los cuarenta años, junto a otros dos nobles sieneses se retiró a la vida contemplativa y abrazó la vida monástica. En 1319 fundó el monasterio de Santa María de Monte Oliveto Mayor y en 1344 el papa Clemente VI desde Avignon aprobó la congregación formada ya por diez monasterios, de espíritu benedictino. Murió de la peste en 1348.
El sacerdote Arcángelo Tadini nació en Verolanuova, en la provincia norteña italiana de Brescia en 1846.
Su atención pastoral la dirigió hacia los obreros industriales y en 1900 fundó la Congregación de las Hermanas Obreras de la Santa Casa de Nazaret, mujeres consagradas pero "obreras con las obreras, que educaban a las jóvenes trabajando codo a codo con ellas.
La labor de las monjas era "un escándalo" para aquel tiempo en el que se pensaba a las fábricas como lugares peligrosos, inmorales y desviados, según resaltan sus biógrafos, que subraya que Tadini fue calumniado e incomprendido, incluso por parte de la Iglesia.
En sus cuatro años de Pontificado, Benedicto XVI ha proclamado ya 573 beatos y 23 santos

1 comentario:

Anónimo dijo...

ALGUNOS CATOLICOS POCO DOCUMENTADOS SE ESCANDALIZAN DE QUE UN PRINCIPE GUERRERO, O UNA MONJA OBRERA SEAN SANTOS.

Posiblemente no se escandalizan
que Arjuna, el principe iniciado de "El Bhagavad Gita" Hindú, haya sido, efectivamente un guerrero que luchaba por "su patria y su pueblo", y más parecido al Che que a Napoleón -- sin duda.
Otros Católicos, de mentalidad
"pequeñoburguesa" (prejuiciosa) se escandalizarían si supieran que, efectivamente, muchas monjas de claustro fueron madres en la Edad Media, y en guerras recientes, sin por eso dejar de ser Santas.
La propia Santidad de Jesús es bien poco común, ya que resulta demasiado categórico, e incluso agresivo, en sus condenas y actitudes contra la hipocresia institucional. Por eso, un pacifista como Beltran Russell considera que Jesús no es sabio, ya que condena a sus adversarios en forma tajante, incluso los maldice publicamente.
En situaciones extremas, críticas, la Santidad no viste las ropas de la beatería, sino como Maximiliano Kolbe, da un paso al frente, y mira al fratricida a sus ojos.
Por eso es tan absurdo que se diga que Benedicto XVI es fascista,
porque son términos antónimos los evangelios de Cristo y los de Hitler, que creía en Freuya, el dios nórdico, el amor homosexual sadomasoquista y paranoico, y la tortura experimental, a objeto de crear no a un hijo de dios, sino al superombre Luciferino.
No tiene eso que ver con el Catolicismo cristiano absolutamente nada. Ni con el Papa, ni con los Santos, que, como sabemos, los hay oficiales y comunes y silvestres, como Felipito
y los niños no-natos.
El Papa no esta autorizado a decir nada más que lo que dicen los evangelios canónicos. Y estos Evangelios se openen a la promiscuidad sexual.
¿O quizás la ideologia contracultural, a medias con la New Age procultural, quieran quemar también los libros molestos?
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