domingo, 23 de agosto de 2009

Senadores dominicanos piden que el sacerdote Hartley cese las críticas al sector azucarero

RD/Efe).-Senadores de la República Dominicana han pedido a la Iglesia católica que detenga los "ataques" al sector azucarero nacional por parte del sacerdote Christopher Hartley, quien constantemente realiza denuncias sobre las precarias condiciones de vida de los cortadores de caña.


El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Prim Pujals Nolasco, dijo hoy a Efe que sus integrantes se han dirigido al arzobispo de Santo Domingo, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, y al nuncio del Papa, Jozef Wesolowski, para pedirles que intervengan ante estas acusaciones, que perjudican a la industria azucarera dominicana.


Los legisladores consideran que Hartley, a quien acusan de dirigir "una campaña de difamación y descrédito" contra el país, pone en peligro las exportaciones de azúcar y, muy en particular, las dirigidas a la UE, un mercado en el que acaba de introducirse el país caribeño con la exportación de 30.000 toneladas del dulce.


El sacerdote, de origen anglo español, está en la actualidad destinado fuera de la República Dominicana, pero trabajó entre 1997 y 2006 en la parroquia de San José de los Llanos, junto a las aldeas enclavadas en las plantaciones de azúcar de la provincia de San Pedro de Macorís (este).


El religioso realiza constantes denuncias sobre el trato que las empresas productoras dan a los trabajadores que se dedican a cortar la caña de azúcar, en su mayoría haitianos.


Les acusa de violaciones a los derechos humanos por medio del tráfico de personas, el trabajo infantil, la discriminación racial y la falta de asistencia sanitaria, así como de fraudes y abusos laborales.


Los senadores, en el dossier enviado al cardenal y al nuncio, al que tuvo acceso Efe, afirman que actúan en defensa de una industria "que reporta a la República Dominicana miles de millones de pesos anuales en razón de impuestos, 35.000 plazas de empleos directos y, más que nada, un respiro a la miseria de muchas familias" de haitianos.


La Iglesia católica, según los legisladores, debe "solidarizarse" con los dominicanos "y plantear a los superiores inmediatos del padre Hartley los graves daños" que genera al país "la negativa campaña internacional que él promueve".


"Deben investigar a qué intereses responde, quién financia sus campañas y a quién benefician sus acciones", añade el documento.


El expediente, entre otros documentos, incluye una copia de una carta, fechada el pasado 10 de julio y dirigida por Hartley a la empresa británica Tate & Lyle, compañía compradora de las 30.000 toneladas de azúcar dominicano, a cuyos responsables el sacerdote insta a "examinar la procedencia moral de los productos" que compra.


La misiva recuerda que la transacción se inscribe en el contexto del acuerdo de asociación económica (EPA) entre la UE y los países del Caribe, cuyo fin es contribuir al desarrollo de los países firmantes.


También dice que la empresa debe plantearse si estas transacciones "beneficiarán la economía, la sociedad y la cultura de la República Dominicana" o si aumentarán "el resultado final del CEA (Consejo Estatal del Azúcar) y de las familias Vicini, Fanjul y Campollo", los principales grupos azucareros privados del país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SIN EL APOSTOLADO SOLIDARIO DE PADRES CURAS COMO HARTLEY, simplemente la consagracion sacramental del "cuerpo y la sangre" seria un fraude y una impostura mas del sistema de alienación y dominación, que llamamos "fasismo global". Pero no es así, está Jesús ahi, eucaristica y misticamente presente,
en la medida que (todavía) hay mucha consecuencia eticomoral en el cristianismo Católico.-