martes, 25 de agosto de 2009

Jesuitas: Nuestro trabajo pastoral en un colegio

Al fin del Encuentro de Homólogos en B. Aires, con la participación de 68 participantes, representando a 12 países o Provincias excepto Centro América y Puerto Rico, la red educacional Ignaciana nos ha enviado un resumen de las consideraciones para el trabajo pastoral en un colegio:.


01. La Pastoral en nuestros Colegios tiene por Centro a Cristo, es Mariana y Profética.

02. La propuesta espiritual y pedagógica Ignaciana es el eje transversal que nos da identidad y sentido.

03. Deben existir objetivos, estrategias y sistemas de evaluación claros, que favorezcan mejoras o cambios planificados en la propuesta pastoral: religiosa, espiritual, sacramental y social.

04. Nuestros estudiantes son movidos principalmente por los afectos, por lo que nuestro trabajo pastoral debe privilegiar experiencias que los aborden desde esa dimensión.

05. Transformar la colaboración y el trabajo en red en nuestro modo característico de proceder.

06. Debe asegurarse la formación y acompañamiento permanente de nuestros Profesores, en el entendido que son los primeros evangelizadores de los estudiantes.

07. Las nuevas tecnologías (TICS) deben ser incorporadas en nuestras prácticas de gestión, pedagógicas y formativas, especialmente para favorecer la comunicación.

08. La “cura personalis” permite contextualizar la formación de nuestros estudiantes, según tiempo, lugar y persona. Por otra parte, los EEEE son parte constitutiva de nuestra identidad, una forma privilegiada para despertar y confirmar procesos vocacionales, y de realización humana y cristiana.

09. La Familia ocupa un lugar central en la vida de nuestros estudiantes, por lo que debe ser integrada a la propuesta formativa de nuestros centros.

10. Debemos resignificar los sacramentos de manera que produzcan el efecto de buena noticia y se integren en la vida diaria.

11. La formación teológica es importante. Nuestros estudiantes deben dar razón de su fe, además de confrontar las preguntas que le hará la cultura imperante.


CPAL

1 comentario:

Anónimo dijo...

UN PROYECTO DE VIDA. UNA COMUNIDAD.
El proyecto esta sujeto al cambio, puede, debe y quiere redescubrir su Identidad.
Es necesario incorporar la reflexión psicoanalítica, no como un aporte más, sino como una disciplina "transversal".
La evaluación no puede ser simplemente cuantitativa. A partir de criterios claros (y distintos) se debe dar un espacio cualitativo, subjetivo, por ende, auto-formativo.
La impugnación de los valores afectivos cristianos, específicamente católicos, no provienen de una "cultura" propiamente dicha, sino de una civilización, en cuanto tal, decadente, o "del mundo" en sentido ¿anticristiano? más que eso, inhumano.
Lo Ignaciano no deberia ser apercibido como algo cuyo valor central es la castidad, impuesta mas que descubierta, y desde un modelo normativo o autoritario.
¿Cuál es el valor central de "lo Ignaciano"? no deberia responderse
"a priri" como cerrando la pregunta.
Por supuesto esto es sólo una proximación, ya que el subscrito desconoce el contexto real, pero "desde fuera". Lo que aparece es una comunidad, en si valiosa, pero cerrada, no tanto por las personas, sino por los roles puramente formales, por las demarcaciones urbanas, por la propia vulnerabilidad humana ante el ser mecánico del entorno, etc.
Por eso, y mucho más, se deberia, ¿de hecho se hace? privilegiar la Oración transpersonal y comunitaria, en la confianza de que positivamente SI la Idea de Bien, de Sumo Bien, es un ideal real que busca, por Cristo, expresarse de continuo desde el fondo de un Misterio no-decible, no-designable, o inefable.-