martes, 25 de agosto de 2009

El Evangelio de hoy


Mateo 23. 23-26.

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello! “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera!


La justicia, la misericordia y la fidelidad.

Repaso mi vida reciente ...
¿dónde he participado en injusticias? ...
¿con quien? ...
Recuerdo cuándo he fallado en perdonar de corazón ...
¿con quien? ...

¿Cuándo he tenido dudas de fe? ...
¿En qué situaciones?

Me dejo llenar por la misericordia divina ...
perdón Señor ...
ahora ...
¿qué hacer?

1 comentario:

Anónimo dijo...

LAVAR EL VASO POR DENTRO.
Se refiere a ver modo de limpiar el corazón de uno, lo que pasa es que la redacción del antiguo arameo al griego, y después al latín, y después al español, es un poco "tosca". No digo que sea falsa, al contrario.
Quedan claras las actitudes valoricas esenciales la justicia, la misericordia y la fidelidad o lealtad.
La justicia, por ejemplo de un salario justo.
La misericordia incondicional con el prójimo que sufre.
La lealtad a un ideal o al amor de la vida.
Además no reservamos a Dios ni el diez, ni tampoco el uno por ciento, porque si bien Dios quiere Instituciones Santas, no contribuimos ni mucho ni poco a que la Iglesia verdaderamente lo sea.
Hay que mirarse uno dentro, como en sueños, o desarrollar un criterio ecuánime.
Si lo tomamos a la tremebunda, no vamos tampoco a parte alguna, la auto-tortura psicológica no es penitencia. Penitencia es aprender a sonreir para los demás.
¿Quiere sonreir "a pesar de los pesares"? Considere esto:
JESUS les dice a los fariseos que cuelan un mosquito, pero se tragan un camello.
Ahora nos damos cuenta porqué es tan difícil para los camellos como para los ricos poder salvarse.
Porque estamos obsesionados por "palabras, palabras" que nunca se aplican, y que se lleva el VIENTO.