domingo, 26 de octubre de 2008

El Papa clausura el segundo sínodo de su pontificado


El papa Benedicto XVI clausuró solemnemente el domingo, con una misa en la basílica de San Pedro, el segundo sínodo de su pontificado, recibiendo de 250 obispos de todo el mundo 55 propuestas para ayudar a la Iglesia Católica a adaptarse a su tiempo.

Una de las propuestas más innovadoras del sínodo (asamblea consultiva reunida por iniciativa del Papa) está relacionada con el papel de la mujeres en la lectura de la Biblia, en las celebraciones de la misa.
Los obispos de todo el mundo, reunidos desde el 5 de octubre, defienden que "el ministerio del 'lectorado' sea abierto a las mujeres, con el fin que la comunidad cristiana reconozca su papel en el anuncio de la palabra", destaca la propuesta 17 del sínodo.
El "lectorado" es uno de los ministerios menores establecidos (y no ordenados) previsto por el Derecho canónigo y reservados oficialmente hasta ahora a los hombres.
Aunque las mujeres participan en las lecturas en las ceremonias litúrgicas, "a título temporal", todavía no están consideradas como si hubieran recibido una misión explícita de Iglesia.
Se trata de alentar "el servicio de los laicos en la transmisión de la fe", indica el sínodo, haciendo prueba así de una tímida apertura en relación a las mujeres.
El sínodo llama también en su propuesta 53 a seguir "el diálogo con el islam en el respeto de los derechos del hombre y de la mujer".
"En este diálogo, el sínodo insiste en la importancia del respeto de la vida, de los derechos del hombre y de la mujer (...) la reciprocidad y la libertad de conciencia y de culto serán un tema importante en este diálogo", destacan los obispos.
A lo largo de las sesiones sinodales, los prelados habían acusado al islam de no respetar los derechos de la mujer, tal y como figuran en la declaración universal de los derechos humanos.
Los obispos también subrayan la importancia del diálogo con la comunidad judía, diálogo que "pertenece a la misma naturaleza de la Iglesia".
"El diálogo entre cristianos y judíos pertenece a la naturaleza de la Iglesia" y una de las propuestas sinodales al papa Benedicto XVI es "promover los encuentros y el diálogo entre judíos y cristianos".
Por primera vez, un rabino israelí -el gran rabino Haifa Shear Yshuv Cohen- fue invitado a intervenir delante del sínodo.
El Papa aprovechó la homilía de la clausura del sínodo para anunciar que viajaría por primera vez a África, el próximo mes de marzo. Benedicto XVI tiene previsto reunirse con los participantes de la conferencia episcopal de Africa en Camerún, y también participar en Angola, en las ceremonias de celebración del 500 aniversario de la evangelización de ese país.
Por otra parte, Benedicto XVI lamentó que los obispos de la iglesia clandestina de China no haya podido participar en el encuentro.
"Deseo convertirme en intérprete (...) de su amor por Cristo, de su comunión con la Iglesia universal y de su fidelidad al sucesor de Pedro", afirmó el Papa.
China y la Santa Sede no tienen vínculos diplomáticos desde 1951.

Religión Digital

1 comentario:

Anónimo dijo...

ES ESENCIAL NO SOLO CONFERENCIAS SINODALES SINO UN ABIERTO LLAMADO A UN CONCILIO VATICANO III.
Doy gracias a Cristo, Encarnado en la Sacratísima Virgen, por la oportunidad de hacer este llamdo a
nombre de la Juventud Cristiana
del Serpaj.
Es urgente y prioritario una revisión radical de la Cristiandad
a la luz de la filosfía postmoderna,
del progreso en el humanismo social,
y de las necesidades del pueblo cristiano, que pide Diáconos llamados al sacerdocio, asi como una creciente participacion de la mujer, y de la joven pobladora, en los Misterios del Reino.
También de una mayor comprensión en el tema del control de la natalidad (por cierto con exclusión del aborto)y de personas que han debido rehacer sus vidas por situaciones singularísimas, o por enamorarse de alguien con algún grado de parentesco, o por el "delito" de amar mas allá de la propia identidad sexual natural.
Nuestra caritativa advertencia es que la Iglesia corre el riesgo de convertirse en una Supersecta más si no escucha "el grito de su pueblo" y sus necesidades entrañables de pan, trabajo, amor y esperanza, que un ritual formal no podría compensar.-