Diez madres de novicios jesuitas se reúnen periódicamente para compartir sus experiencias
ÁLVARO REAL. Fotos: LUIS MEDINA | Sonríen y charlan. No paran de hablar un segundo sobre sus familias y sus miradas muestran la ilusión de quien se refiere con orgullo a un hijo. Se hace difícil, muy difícil tomar notas de su conversación porque una y otra vez se interrumpen, se hacen bromas y no cesan de reír a carcajadas. Son cinco madres: Blanca, Margarita, Rosa, Gabriela y Ana, a quienes un buen día sus hijos les dijeron que querían ser religiosos y entrar en un noviciado de la Compañía de Jesús.
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