martes, 22 de abril de 2008

El evangelio de hoy


Juan 14. 27-31a.



“Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo. Ya me oyeron decir que me voy y que vendré para estar otra vez con ustedes. Si de veras me amaran, se habrían alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. Les digo esto de antemano para que, cuando suceda, entonces crean.
“Ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el que manda en este mundo. Aunque no tiene ningún poder sobre míasí tiene que ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha mandado.
“Levántense. Vámonos de aquí.




Recuerdo lo que he sentido en mis encuentros con el Señor. …


Recuerdo esa paz interior que he sentido …


Recuerdo como se han disipado los temores y las angustias. ¿qué tiene de diferente la paz que me da Jesús con la paz que puedo percibir a mi alrededor? …



¿es la paz de Jesús, solamente la no violencia o el sosiego? …


¿qué puedo hacer para recibir, sentir y vivir esa paz de Jesús?

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