Muchos de los padres sinodales subrayan la importancia de la presencia constante del Papa Francisco en el Aula del Sínodo, escuchando la exposición de cada uno y también compartiendo los recreos. La cercanía del Obispo de Roma es atención y escucha particular al tema de la familia que ocupa al Sínodo de Obispos. Esta cercanía anima a los pastores del Pueblo de Dios venidos de todo el mundo y da la nota al ambiente distendido, de encuentro fraterno y diálogo, que se respira en el Aula Sinodal.
La realidad y situación de crisis de la familia es lo que se quiere mirar en profundidad. Pero desde la mirada de amor de Jesucristo, que vivió en una familia y que ama a cada una de estas familias que están en serios problemas. Problemas delicados que no se pueden superar solo con reglas sino con la mirada puesta en Jesucristo, como pide Francisco, y como insisten los obispos y cardenales a los que pedí un mensaje para las familias desanimadas.
Algunos padres sinodales consultados -como el superior General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás-, piensan que lo mejor que puede pasar en este Sínodo es que al interior de la Iglesia se abra ese “tercer ojo” que permite mirar y ver la realidad de nuestro mundo tal cuál es; la realidad concreta que vive hoy la familia; salir de una mirada “legalista” -por decir de alguna manera-, para entrar en lo profundo de las situaciones difíciles y acompañar allí, con la mirada de amor, verás y misericordiosa de Jesús.
Guillermo Ortíz SJ
Reflexiones en Frontera
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