El Papa concede su primera entrevista radiofónica a una emisora argentina
Francisco pide a los fieles "tener el coraje de no dejarse robar la esperanza"
"La vida es para jugarla" dijo el Papa en una entrevista radial histórica con Campo Gallo
El Papa Francisco dialogó con los sacerdotes Joaquín Giangreco y Juan Ignacio Liébana, sacerdotes de Campo Gallo y Huachana que conducen un programa en una radio comunitaria de la parroquia Virgen del Carmen de Campo Gallo.
El Papa Francisco ha hecho un llamamiento para que la Iglesia "camine" porque cuando se "estanca", puede "corromperse". Así lo ha indicado en declaraciones a la radio argentina Virgen del Carmen, ubicada en Campo Gallo, Santiago del Estero, en la que ha sido su primera entrevista radiofónica como Papa.
"Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser Iglesia y es una asociación civil. A la Iglesia que no camina le pasa como al agua estancada, que es la primera que se corrompe", ha remarcado.
Por otro lado, ha asegurado que "una de las cosas que hacen más daño a la Iglesia y la nación es la crítica destructiva", a lo que el Pontífice se ha referido como "andar sacándose el cuero".
En la primera entrevista que concedía por teléfono a una radio argentina y en conversación con dos sacerdotes, Francisco ha apelado a la unidad en la Iglesia católica y aunque ha precisado que siempre va a haber peleas y divisiones, ha dicho que "el asunto es no dejarlas crecer".
El Pontífice ha hecho menciones a Argentina y ha utilizado expresiones argentinas. "Nosotros no somos guachos, tenemos mamá, la Virgen, que el pueblo no la adora, sino que la quiere y la honra", ha señalado. Al final de la entrevista, que ha sido retransmitida en directo a través de Internet y ha durado unos veinte minutos, el Papa ha exhortado a los fieles a "tener el coraje de no dejarse robar la esperanza".
"Jesús es muy bueno, nos quiere, y Dios nos ama, nos espera siempre y no se cansa de perdonarnos. Solamente quiere que seamos humildes y que pidamos perdón. Él nos hizo para que fuéramos felices y nos acompaña en todo", ha afirmado. El Papa ha dado su bendición y ha pedido que Dios "brinde a todos una caricia que les haga sonreír".
"La vida es para jugarla" dijo el Papa en una entrevista radial histórica con Campo Gallo
En un diálogo histórico, el Papa Francisco dialogó con los sacerdotes Joaquín Giangreco y Juan Ignacio Liébana, sacerdotes de Campo Gallo y Huachana que conducen un programa en una radio comunitaria de la parroquia Virgen del Carmen de Campo Gallo.
Minutos después del mediodía, el Santo Padre saludó a los religiosos y envió un saludo y una bendición a todos los habitantes de esa zona del interior santiagueño. "Los llevo dentro de mi corazón. El trabajo que hacen ustedes hacen, a mí me hace feliz. Quiero enviar un saludo más grande y una bendición", dijo.
Además, Francisco aseguró "tengo una convicción muy grande y es que nuestro pueblo no se equivoca y adora solamente a Dios".
"Nuestro pueblo no es guacho, tenemos mamá, la virgen, que el pueblo no la adora, sino que la quiere y la honra. Ella nos cuida. Nuestro pueblo adorando a Dios y a Jesucristo que son los únicos a quienes hay que adorar, también se deja cuidar por la madre. Es hermoso que sea amor y no adoración lo que se tiene por la Virgen. Un hijo sin madre tiene el alma mutilada, un pueblo sin madre es un pueblo guacho, de soledad, de sequedad, de ideas quizás, sin la ternura que solamente da una mamá", agregó el Pontífice.
Francisco también envío un mensaje a todos las personas que colaboran desde las parroquias al prójimo.
"Cada uno tiene una función, cada uno tiene un trabajo que hacer, una vocación. Ustedes dos dejaron sus familias, la ciudad de Buenos Aires y se fueron a acompañar al pueblo. Junto con ustedes hay mucha gente que a la distancia quiere estar con nosotros. Yo les agradezco. La Iglesia se sostiene con la oración de los fieles. Por la plegaria, por la misa, por la eucaristía. Esa gente que va a misa es la que sostiene a ustedes y la parroquia. A ellos mi primer agradecimiento. También a quienes se privan de algún bien, de algún dinero para dárselo a ustedes. Para ellos mi cariño también, porque los miman, los ayudan. A esos hombres y mujeres les hago llegar un gran saludo y mi gratitud. Y de manera especial quiero mencionar a dos tipos de personas que son los que Jesús mira con más cariño: las abuelas y los chicos. Ellos rezan por ustedes y sostienen el trabajo de su pueblo", aseguró el Pontífice.
En otro tramo del diálogo destacó la importancia de la Iglesia como institución. "Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser Iglesia y es una asociación civil. La Iglesia no se debe cansar de caminar porque en el camino encontramos el sentido que Dios quiere de su pueblo. Cuando una comunidad cristiana está quieta le pasa como al agua estancada, que es la primera que se corrompe. Cuando una comunidad no peregrina, no tiene un corazón peregrino para adorar a Dios o ayudar a sus hermanos, esa iglesia está moribunda y hay que resucitarla rápido".
Además, llamó a evitar lo que denominó críticas destructivas. "Trabajar por la unidad siempre va a ser importante. Siempre va a haber diferencias, va a haber peleas, pero hay que hablarlas. Hay que hablarlas con Dios. No hay que sacarle el cuero al otro. Lo que más le hace daño a los pueblos es la crítica destructiva. Andar sacando el cuero. Eso no es cristiano", manifestó.
El Papa fue consultado por la escasez de sacerdotes. Al respecto dijo: "Recen para que Dios mande pastores. El corazón de Dios no es indiferente a la oración de su pueblo. Y a los jóvenes les diría que si sienten el llamado de Jesús no tengan miedo. Piensen en el mensaje cristiano que pueden transmitir. La vida es para darla, no es para guardarla. Y así uno es fecundo. Si alguno siente que Dios le pide dar la vida en el sacerdocio, que no tenga miedo. Hay que apostar a cosas grandes. No a cosas pequeñas. Y si siente que Jesús lo llama a formar una familia, que sea una familia cristiana, grande, linda, con muchos hijos que lleven adelante la fe".
Finalmente, el Santo Padre envío una bendición y un mensaje al pueblo: "Jesús es muy bueno. Jesús nos quiere. Dios nos ama. Dios nos espera siempre. Dios no se cansa de perdonarnos. Solamente que seamos humildes y pidamos perdón, para poder seguir adelante. Dios nos hizo para que seamos felices. Dios nos acompaña. Cuando pasamos momentos difíciles, de cruz, de dolor, Él los pasó primero. Y nos comprende de corazón. Pido al Señor que a todos los bendiga mucho, les dé fuerza, les de ganas de vivir, el coraje de no dejarse robar la esperanza y sobretodo les dé una caricia y les haga sonreir", concluyó.
Minutos después del mediodía, el Santo Padre saludó a los religiosos y envió un saludo y una bendición a todos los habitantes de esa zona del interior santiagueño. "Los llevo dentro de mi corazón. El trabajo que hacen ustedes hacen, a mí me hace feliz. Quiero enviar un saludo más grande y una bendición", dijo.
Además, Francisco aseguró "tengo una convicción muy grande y es que nuestro pueblo no se equivoca y adora solamente a Dios".
"Nuestro pueblo no es guacho, tenemos mamá, la virgen, que el pueblo no la adora, sino que la quiere y la honra. Ella nos cuida. Nuestro pueblo adorando a Dios y a Jesucristo que son los únicos a quienes hay que adorar, también se deja cuidar por la madre. Es hermoso que sea amor y no adoración lo que se tiene por la Virgen. Un hijo sin madre tiene el alma mutilada, un pueblo sin madre es un pueblo guacho, de soledad, de sequedad, de ideas quizás, sin la ternura que solamente da una mamá", agregó el Pontífice.
Francisco también envío un mensaje a todos las personas que colaboran desde las parroquias al prójimo.
"Cada uno tiene una función, cada uno tiene un trabajo que hacer, una vocación. Ustedes dos dejaron sus familias, la ciudad de Buenos Aires y se fueron a acompañar al pueblo. Junto con ustedes hay mucha gente que a la distancia quiere estar con nosotros. Yo les agradezco. La Iglesia se sostiene con la oración de los fieles. Por la plegaria, por la misa, por la eucaristía. Esa gente que va a misa es la que sostiene a ustedes y la parroquia. A ellos mi primer agradecimiento. También a quienes se privan de algún bien, de algún dinero para dárselo a ustedes. Para ellos mi cariño también, porque los miman, los ayudan. A esos hombres y mujeres les hago llegar un gran saludo y mi gratitud. Y de manera especial quiero mencionar a dos tipos de personas que son los que Jesús mira con más cariño: las abuelas y los chicos. Ellos rezan por ustedes y sostienen el trabajo de su pueblo", aseguró el Pontífice.
En otro tramo del diálogo destacó la importancia de la Iglesia como institución. "Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser Iglesia y es una asociación civil. La Iglesia no se debe cansar de caminar porque en el camino encontramos el sentido que Dios quiere de su pueblo. Cuando una comunidad cristiana está quieta le pasa como al agua estancada, que es la primera que se corrompe. Cuando una comunidad no peregrina, no tiene un corazón peregrino para adorar a Dios o ayudar a sus hermanos, esa iglesia está moribunda y hay que resucitarla rápido".
Además, llamó a evitar lo que denominó críticas destructivas. "Trabajar por la unidad siempre va a ser importante. Siempre va a haber diferencias, va a haber peleas, pero hay que hablarlas. Hay que hablarlas con Dios. No hay que sacarle el cuero al otro. Lo que más le hace daño a los pueblos es la crítica destructiva. Andar sacando el cuero. Eso no es cristiano", manifestó.
El Papa fue consultado por la escasez de sacerdotes. Al respecto dijo: "Recen para que Dios mande pastores. El corazón de Dios no es indiferente a la oración de su pueblo. Y a los jóvenes les diría que si sienten el llamado de Jesús no tengan miedo. Piensen en el mensaje cristiano que pueden transmitir. La vida es para darla, no es para guardarla. Y así uno es fecundo. Si alguno siente que Dios le pide dar la vida en el sacerdocio, que no tenga miedo. Hay que apostar a cosas grandes. No a cosas pequeñas. Y si siente que Jesús lo llama a formar una familia, que sea una familia cristiana, grande, linda, con muchos hijos que lleven adelante la fe".
Finalmente, el Santo Padre envío una bendición y un mensaje al pueblo: "Jesús es muy bueno. Jesús nos quiere. Dios nos ama. Dios nos espera siempre. Dios no se cansa de perdonarnos. Solamente que seamos humildes y pidamos perdón, para poder seguir adelante. Dios nos hizo para que seamos felices. Dios nos acompaña. Cuando pasamos momentos difíciles, de cruz, de dolor, Él los pasó primero. Y nos comprende de corazón. Pido al Señor que a todos los bendiga mucho, les dé fuerza, les de ganas de vivir, el coraje de no dejarse robar la esperanza y sobretodo les dé una caricia y les haga sonreir", concluyó.
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