PRIMERA LECTURA
LECTURA DE LA PROFECÍA DE HABACUC 1, 2-3; 2, 2-4
Vamos a escuchar un bello fragmento del Libro del profeta
Habacuc que nos sitúa la verdadera fe dentro del reino de la paz y de la
justicia. Y es que resulta totalmente cierta esa frase de Habacuc: “el justo
vivirá por su fe”.
¿Hasta cuándo
clamaré, Señor, sin que me escuches? ¿Te gritaré: «Violencia», sin que me
salves? ¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y
catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? El Señor me respondió así:
-- Escribe la visión,
grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su
momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de
llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá
por su fe.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
Hoy proclamamos el
salmo 94 que no es otra cosa que una oración de alabanza, llena de júbilo, al
Señor Nuestro Dios, creador de todo y de todos. El versículo responsorial, el
número 8, recuerda la rebelión del pueblo judío en el desierto, pero es un
recuerdo paliado por la fe permanente de todo un pueblo. Alabemos, pues al
Señor, y sin reservas
SALMO 94
R.- OJALÁ ESCUCHÉIS HOY LA VOZ DEL SEÑOR: NO ENDUREZCÁIS
VUESTRO CORAZÓN.
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.-
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.-
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.-
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto,
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R.
SEGUNDA LECTURA
Continuamos leyendo, como segunda lectura, la muy
interesante Carta del apóstol San Pablo a Timoteo. Es un trabajo de enseñanza
catequética que muy bien puede servirnos a nosotros, aquí y ahora. Nos habla de
los dones del Espíritu Santo como vehículo para mantener y engrandecer nuestra
fe.
LECTURA DE LA SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A TIMOTEO
1, 6-8. 13-14
Querido hermano:
Reaviva el don de
Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un
espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No tengas
miedo de dar la cara por nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en
los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que de Dios te dé. Ten
delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor
cristiano. Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que
habita en nosotros.
Palabra de Dios
EVANGELIO
La petición de los apóstoles a Jesús –que vamos a
escuchar en el Evangelio de Lucas—es, en cierta manera, una demanda universal y
permanente de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos. Necesitamos que
Dios incremente nuestra fe. Y sin su ayuda la fe no es posible pues es un don
divino. Además, Jesús de Nazaret acierta cuando dice que nuestra fe ni siquiera
llega al tamaño de la pequeñísima semilla de la mostaza.
LECTURA DEL SANTO
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 17, 5-10
En aquel tiempo, los
apóstoles le pidieron al Señor:
-- Auméntanos la fe.
El Señor contestó:
-- Si tuvierais fe
como un granito de mostaza, diríais a esa montaña: "Arráncate de raíz y
plántate en el mar," y os obedecería. Suponed que un criado vuestro
trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de
vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa? ¿No le diréis:
"Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después
comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha
hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado,
decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que
hacer."
Palabra del Señor
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