martes, 17 de marzo de 2009

Asesinan a dos sacerdotes en Colombia



RD/Aci).-El Vicariato de Puerto Carreño confirmó el asesinato de dos sacerdotes redentoristas: P. Gabriel Fernando Montoya Tamayo y P. Jesús Ariel Jiménez, ocurrido en la noche del 16 de marzo en el municipio de La Primavera, en el departamento oriental de Vichada.Los hechos, precisa la nota de prensa publicada por el Episcopado colombiano, "se registraron en el sector de La Pascua, en jurisdicción del municipio de La Primavera, en el departamento del Vichada. Todavía no son claros los móviles ni los responsables del hecho".

"Entraron dos desconocidos y asesinaron a los padres, quienes dirigían un internado indígena", reveló en la emisora RCN Radio el P. Luis Carlos Jaime, Superior de la comunidad redentorista en Bogotá.

"El Padre Fernando tenía ochos años de estar trabajando allí, mientras que el Padre Jesús Ariel había llegado este año como superior del internado", precisó. Asimismo indicó que "no se sabe quiénes fueron" los responsables de la muerte de los dos sacerdotes. "Llegaron y los asesinaron.


Ellos estaban en sus habitaciones, inclusive estaban conectados a la Internet", dijo el sacerdote."Se dio aviso a la Policía y se iniciaron los operativos, pero no sabemos si es delincuencia común, guerrilla o paramilitares. En este momento están en los trámites de la investigación", afirmó el Superior redentorista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debemos dirigir sinceras oraciones por los Sacerdotes que han dado su vida al servicio del
Ideal Cristiano.
Puede interpretarse como se quiera, tanto el acontecimiento,
como el siguiente sueño:
"Soñé con una sierra muy oscura, de hondanadas profundas, buscaba a alguien pero me encontré con JESUS, estaba vestido de sacerdote católico, con cuello alto, de color azul oscuro, se veia muy dolido, su cara, de tez morena, aguileno y mirada muy apagada y distante..."
Es paradojal, e inexplicable que sueños como el anterior, que es verídico, coincidan con tan trájicos acontecimientos.
El homicidio planificado y voluntario, sin piedad alguna, nos mueve tambien a orar por el alma y la consciencia humana de quienes fueron sus autores, pero también por la profunda mentalidad anti-católica, que en nada contribuye al bien de todos.-