jueves, 22 de enero de 2009

El Evangelio de hoy


Marcos 3. 7-12

Jesús, seguido por mucha gente de Galilea, se fue con sus discípulos a la orilla del lago. Cuando supieron las grandes cosas que hacía, también acudieron a verlo muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del oriente del Jordán y de la región de Tiro y Sidón. Por esto, Jesús encargó a sus discípulos que le tuvieran lista una barca, para evitar que la multitud lo apretujara. Porque había sanado a tantos, que todos los enfermos se echaban sobre él para tocarlo.
Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban:
—¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús les ordenaba severamente que no hablaran de él en público.



Contemplo la escena …



Jesús sanando …


Mucha gente acudiendo a El para ser sanado. …


Me meto en la multitud y me acerco también con fe. …



Converso con Jesús sobre mi vida. …


¿Qué dolencia le cuento? …


¿Qué me gustaría que me sanara? …


Esa pena …


esa situación …


esa historia que no me deja estar en paz …


se la cuento en la intimidad de mi oración. …



Jesús la sanará. El me quiere feliz, me quiere en paz, porque me ama.


También me pide que lo guarde en secreto.


¿Qué siento? …



Le ofrezco mi sanación al Señor. …



¡¡Gracias Señor!!

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