martes, 11 de noviembre de 2014

Algo para pensar y orar en esta semana


El baile

Quizás uno de los aspectos más desafiantes para poder encontrar a Dios en todas las cosas, es cómo encontrarlo dentro de los límites humanos, ya sea en otros o en nosotras(os). Como soy un perfeccionista, especialmente sobre mí mismo, llegar a definir los límites personales puede ser difícil. En realidad, el perfeccionismo per se es probablemente uno de mis peores defectos! Ahí puede introducirse el espíritu malo, pues el perfeccionismo me lleva a la sobrecarga y al agotamiento, o a tener espectativas muy altas para mis relaciones interpersonales.
Mientras estaba en un retiro, hace poco, Jesús utilizó la imágen del baile, para ayudarme a pensar mejor sobre mis propios límites. Me puedo frustrar cuando no sigo a Jesús tan de cerca como quisiera. Aprendiendo a seguir a Jesús, sin embargo, puede ser como tratar de seguir los nuevos pasos de un acompañante de danza, y ambos disfrutamos del baile aunque nuestros pasos no salgan perfectos. Las sonrisas y carcajadas al bailar juntos, compensan nuestra falta de técnica. También Jesús nos pide que lo sigamos; pero con el gesto amoroso del acompañante que disfruta tanto el proceso de estar con nosotras(os), como el resultado de nuestro baile.
Marina McCoy
Espacio Sagrado

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