El evangelio de hoy nos señala una verdad que hoy se está cumpliendo y es que no los sabios, sino los humildes y sencillos entienden las palabras de Jesús (Mateo 11,25).
Esto es claro cuando pensamos en el mandamiento de amar a los demás como el Señor nos ha amado. Ecológicamente este mandamiento nos está pidiendo a los cristianos el preocuparnos por la situación de las comunidades pobres y campesinas.
En verdad esto sucede, en la práctica, con la minería. Es bien cierto este dicho de Jesús. Por ejemplo. las comunidades indígenas están preocupadas por los daños ambientales que la explotación minera causa a los ecosistemas, a los manantiales de agua y a los ríos, a los cuales contaminan.
En cambio los sabios y entendidos, o no captan lo grave de este mal o prefieren el dinero, el oro que explotan de las minas, a la salud del medio ambiente y de las comunidades pobres en la actualidad... y a la larga de todo el país, de todas las personas, ricas y pobres.
Por eso la invitación de cargar con su yugo sigue teniendo validez. El Señor desea ayudarnos a llevar la cruz de la solidaridad, del compromiso con las comunidades campesinas e indígenas.
El evangelio de hoy tendría otras aplicaciones. Es una invitación a tener la sencillez necesaria para gozar de la verdadera sabiduría. Y no la "sabiduría" el que cree que el dinero, el oro, son los dioses actuales a los cuales hay que rendir culto.
Jesuitas de Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario