Un guardia vigila la gente que cruza la frontera entre Haití y la República Dominicana. La ciudad dominicana de Jimani es uno de los principales puntos fronterizos con Haití, y su bullicioso mercado, justo en la puerta de la frontera, atrae comerciantes y compradores de ambos países. (Christian Fuchs/JRS)
Tierra Nueva, 1 de junio de 2012 – Los encuentros empezaron con apenas tres de nosotros. Margarita, la líder del grupo, lamenta no tener nada que ofrecernos. Mercedes, una monja de la comunidad Vedruna, y yo nos sentamos en unas sillas de plástico y escuchamos cómo le había ido la semana a Margarita.
Margarita explica que no puede ir al mercado a comprar cacahuetes porque no tiene dinero para sobornar a los policías, y que por eso no puede hacer los aperitivos dulces que vende en las calles de su ciudad...
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