lunes, 8 de septiembre de 2014

Algo para pensar y orar en esta semana



El Momento Crítico de la Oración
Los autores de obras espirituales están de acuerdo en que el momento crítico de la oración diaria es el primer minuto: al colocarnos en la Presencia de Dios. En ese momento se fija el modo y el espíritu para toda la meditación.
En su libro How to Pray (Cómo Orar), el padre Bernard Basset, SJ, define ese momento crítico como sigue: “Debo dejar de pensar en todo, mientras me pongo en la Presencia de Dios: llegando a estar consciente de que Él está conmigo en la habitación.”
Los corredores comienzan sus ejercicios físicos, cada día, en una forma establecida: elongando sus músculos y preparando su mente para la carrera. Así mismo, los orantes comienzan sus “ejercicios espirituales” en una forma establecida. Una forma es la de decir la siguiente oración, lentamente y desde el corazón:
Padre, Tú me creaste
y  me pusiste en la tierra con un propósito.
Jesús, entregaste tu vida por mí
y  me llamaste a completar tu obra.
Espíritu Santo, ayúdame a realizar la labor
para la cual fuí creado y llamado.
En tu Presencia y Nombre, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, yo comienzo mi meditación.
Que todos mis pensamientos e inspiraciones
tengan su origen en Ti
y sean conducidos hacia tu mayor Honor y Gloria.
La consciencia de la Presencia de Dios es un regalo. Si Dios me lo da – como lo hace de tiempo en tiempo – entonces sencillamente debo quedarme en silencio en su Presencia.
Mark Link, SJ
Espacio Sagrado

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