1.- Jesús quiso hacer un sondeo de opinión, y como no pudo acudir a ningún organismo oficial, ni privado, que se lo hiciese, lo hizo Él personalmente con las dos preguntas que acabamos de leer en el evangelio: ¿Quién dice la gente que soy yo? y ¿Quién decís vosotros que soy yo?
Quien dice la gente, o más bien ¿qué es Jesús para la gente?
--esa gente que abarrota nuestras calles, que se apiña en autobuses y metro, que se empuja en bares y cafés o llena el Estadio Bernabéu o la plaza de toros de Las Ventas (**)
--¿qué les dice Jesús a esa multitud? Lo conocen todos, ¿pero qué les dice?
--¿qué opinión se tiene de Jesús en chiringuitos y discotecas?
--¿qué piensan esos chicos y chicas con las litronas (**) y sentados en las aceras?
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