A veces tengo la sensación de que nos saturan las palabras: en las clases, en la televisión, en los periódicos, en las liturgias, en internet… Y dice San Ignacio que el amor ha de ponerse más en las obras que en las palabras. Y es verdad, pero poner el amor en las obras no impide ponerlo en palabras, aunque eso nos compromete a cuidar la calidad de las palabras...
Ver completo aquí
Ver completo aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario