“Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana”
Las situaciones de dolor en las que muchas veces nos vemos envueltos, nos obligan a buscar salidas desesperadas que no se pueden entender desde circunstancias de tranquilidad y paz. Solamente cuando se ha estado desesperado, se entienden ciertas formas de reaccionar que es muy fácil juzgar desde fuera. Una cosa es ver los toros desde la barrera, y otra muy distinta, sentir el aguijón de la desesperación clavado en nuestra carne. Saber esto nos puede ayudar comprender a muchas personas que nos parece que han perdido el juicio y que buscan soluciones donde no las hay...
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