martes, 23 de mayo de 2017

Algo para pensar y orar en esta semana. La forma de orar


La forma de orar


Hablar de “ganadores” y “guerreros” en relación a la oración, es para mí, contradictorio. Cristo nos dijo que debíamos estar dispuestos a colocarnos en el último lugar, y para mí eso no es una materia de voluntad, sino que reconocer que estoy ahí como única opción. No soy un guerrero de la oración, y ninguna clase de guerrero. Soy solamente un ser humano común y corriente, lleno de faltas, aterrorizado de no ser amado, temeroso de morir solo, y rodeado por personas que nunca actúan como me gustaría que lo hicieran.

Y que también desea ser compasivo, y contribuir – incluso servir a los demás.
La oración es como escribir. Lo hacemos, o no lo hacemos. Hablar sobre escribir, leer libros sobre escribir, hablar con aquellos que escriben, no es escribir; y tampoco será orar.
Claramente, no vamos a hacer otras cosas mientras oramos. Claramente vamos a apagar la televisión, separarnos del computador y guardar el celular. Me gusta encender una vela y una rama de incienso, un pequeño ritual para señalar que estoy por entrar en un tiempo y lugar consagrado. Vivo en un pequeño departamento de un solo dormitorio, en el cual mi espacio consagrado es mi Silla Verde. Tú sabrás cómo encontrar el tuyo.
Entonces, la mejor forma que conozco es la siguiente: sólo siéntate y habla con Dios, o abre tu corazón a Él, o habla sobre lo que sientes es urgente o natural, algo que no podrías dejar de decirlo, aunque lo quisieras.
El amor es así.
Heather King
Espacio Sagrado

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