Ismael Aracena es el Asistente Eclesiástico Nacional de la CVX de Chile, quien viene llegando hace poco de Buenos Aires, donde se realizó la Asamblea Mundial 2018, la número XVII. Es su tercera participación en una Asamblea Mundial. Participó anteriormente en Nairobi, Kenya, en el año 2003, en la número XIV y en Fátima, Portugal, en el año 2008, en la XV.
Destaca que tres países se encargaron de organizarla, Argentina, Uruguay y Paraguay y resalta que hubo un equipo de servicio integrado por representantes de los tres países quienes mostraron el cariño y la acogida que hay en los países latinoamericanos.
Rescata el trabajo que en Chile ha tenido la CVX y que han sido admirados por otras CVX, además que han sido importantes en nuestra historia, como, MiniManila, iniciativas apostólicas como Trabajo para un Hermano, Romanos XII, como también algunas personas, que han sido importantes en la comunidad mundial, como Josefina Errázuriz, Ana María Aguirre, Fernando Salas sj. Otro trabajo importante que es admirado por la comunidad mundial es el trabajo con los jóvenes.
Hace hincapié que le preguntaban sobre la situación de la iglesia en Chile, “la que es una realidad que está impactando a la Iglesia universal pero el centro esta vez, de donde tenemos que dar respuesta, donde estamos heridos, donde estamos sangrando, donde nos da vergüenza en ciertos momentos presentarnos, es la crisis que estamos viviendo hoy día en nuestra Iglesia y, hoy día, el ir a una Asamblea Mundial es evidentemente, a mí, más que conclusiones, hay un llamado a los que estamos acá a responder, así como en otros momento de la historia otros les tocó unos llamados un poco más urgentes...
Por otro lado nos dice “nosotros o vamos seguir discerniendo o vamos a actuar sé que siempre hay que seguir discerniendo, la postura que nos hizo el Asistente Eclesiástico Mundial, que es el Padre General, era el tema del discernimiento, pero para la acción, o sea, yo creo que escucho a mucha gente de CVX les gusta saber de los comunicados, hagamos un comunicado y en la Iglesia, los obispos hacen comunicados y hay gente que está aburrida de comunicados. O sea, hay que gente que incluso ya no quiere ni leerlos. En tú lugar, en mi lugar, en el barrio, en el trabajo, en las nuevas iniciativas apostólicas que haya, en seguir dándole raigambre a las antiguas administrativas, yo creo que necesitamos un poquitito más de acción, compromiso, renovar, que vean en nosotros una Iglesia, ojalá, un poquitito más renovada. A pesar de que voy tercera vez, si yo pudiera decir con qué volví, volví con que ojalá todavía sueñe con que me puedo renovar yo primero como sacerdote, para servir a la comunidad y, segundo, que ojalá acompañe a otros, especialmente que tienen más ímpetu juvenil a que hagan cosas que valgan la pena en la Iglesia con su testimonio, donde les toque estar, donde les toque estar. Yo preparo todos los meses a once parejas para el matrimonio; a esas once parejas algo les está pasando en su vida para que se quieran casar por la Iglesia- He ido a confirmaciones en distintos lados, en Parroquias, en colegios. Algo les está pasando a esos jóvenes para que todavía, a pesar de todo, se quieran confirmar. Algo les está pasando a personas mayores, que también me pueden estar mirando, que sigan creyendo que su fe vale la pena.
Ojalá que no nos quedemos en un dogmatismo, en las declaraciones; donde apuntar para que el espíritu de Ignacio es soñar con que puede pasar cosas diferentes ahora que en estos días estamos celebrando al padre Hurtado, el día de la Solidaridad y también vamos a celebrar el Día Nacional de la CVX, ojalá que algo se renueve de ese espíritu entre nosotros"
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