Durante su trabajo, los miembros de la Congregación General tienen que votar en varias ocasiones. En algunas ocasiones votan para elegir a personas, pero la mayoría de las votaciones se hacen sobre las propuestas o textos que, una vez adoptados, se convertirán en normativos para guiar a la Compañía de Jesús en el futuro.
Por primera vez, muchos de los votos se hacen digitalmente, a partir de tablets que utilizan los electores y que han sido específicamente programadas para su uso en la 36ª Congregación general. Tomemos el ejemplo de una propuesta para fortalecer el compromiso de los jesuitas y sus obras en favor de los refugiados. Después de su presentación y de un período de discusión, la propuesta se proyecta en pantallas gigantes y se difunde por las tablets de los miembros de la asamblea. En la parte inferior del texto se da la oportunidad de votar “a favor”, “en contra” o de abstenerse. Se contabiliza el voto y el resultado se muestra inmediatamente en la pantalla principal.
Para la elección de ciertos puestos, para el servicio mismo de la Congregación o para la elección de los asistentes del Padre General, se proporciona una lista de nombres de los “candidatos”. A veces, la votación se hace con las papeletas tradicionales. Pero en otras ocasiones, es posible hacer una votación electrónica, que consigue resultados más rápidamente.
Para la elección del P. General, sin embargo, se sigue al pie de la letra lo prescrito por el mismo Ignacio en las Constituciones de la Compañía. Después del período de oración y reflexión llamado murmuratio, y tras la celebración de la misa del Espíritu Santo, los votantes se encuentren en el aula para comenzar la votación. Se les distribuye una papeleta en la que por un lado está impreso el juramento que afirma que el suscrito “jura que nombra a uno que cree en el Señor más adecuado para llevar esta carga.” El elector firma este juramento y a continuación, escribe por la parte de atrás el nombre de aquella persona por la que vota. El modo de doblar la papeleta asegura que en el momento de la apertura se pueda leer el nombre de la persona nombrada sin que, al mismo tiempo, se pueda identificar al votante. Las papeletas son leídas en voz alta una por una por el Vicario General (que tomó el lugar del General durante el ínterin) y por dos escrutadores. No está permitido votarse a sí mismo.
Es elegido aquel que reciba el 50% más un votos. En este caso, para la elección de 2016 serán necesarios 107 votos, ya que hay 212 electores.
GC36
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