La palabra Amor
Para entrar en oración, te puedes enfocar en una palabra con significado sagrado – paz, fe, alegría, Espíritu, Dios, Jesús – y enfocar tu atención en ella, repitiéndola hasta que, con la gracia de Dios, comienzas a experimentar un cambio interior. Ese día mi palabra era amor.
Al sentarme en el asiento del tren de las 5:36 pm a Long Island, siempre lleno, apretada/o entre un hombre sudando, con una red en el pelo, y una mujer que enviaba mensajes de texto cada 30 segundos, comencé a enfocarme en la palabra amor, repitiéndola sin parar. Mientras el tren salía de la estación, mi mente comenzó a vagar un poco – estaba enfocándome en amor; pero otras cosas se metían en mi mente: preocupaciones, trabajo, familia, signos STOP, ampolletas, y los Yanquis. Luego mi mente volvió al amor.
Amor. Dios. Amor. Cristo. Amor. Madre Teresa. La palabra amor escrita en una muralla en el barrio Queens, de Nueva York. Una mujer sin hogar que adelanto cada día en mi camino al trabajo. Amor. Resurrección. Amor. Dios. Amor. Luego experimenté un suave movimiento en mi corazón y entré en un ritmo constante, y todo a mi rededor comenzó a derrumbarse. No podía ya sentir el calor de mi vecino que sudaba, ni escuchaba el ruido del mascado de goma de mascar a mi vecina de los mensajes de texto. Todo el ruido del tren se desvaneció, y fui llevado a este estado donde el amor era el foco principal.
Gary Jansen
Espacio Sagrado
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