lunes, 12 de octubre de 2015

El Sínodo todavía discute sobre la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar



El padre Lombardi aclara: habrá una relación final, decidirá el Papa qué hacer. La carta (y algunos desmentidos) de los 13 cardenales

IACOPO SCARAMUZZICIUDAD DEL VATICANO



Parecía haber desaparecido de la discusión, con la relación inicial del cardenal Peter Erdö, pero el tema sobre la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar todavía es objeto de debate en el Sínodo ordinario sobre la familia que se está llevando a cabo en el Vaticano, aunque, como ha subrayado en varias ocasiones Papa Francisco, no sea el único tema de la asamblea.


Entre el sábado por la tarde y esta mañana «se discutió sobre verdad y misericordia, divorciados que se han vuelto a casar y acceso a los sacramentos», refirió durante la conferencia de prensa cotidiana en el Vaticano Brend Hagenkord, uno de los colaboradores del vocero vaticano Federico Lombardi. «Algunos han citado la doctrina para decir que no es posible; otros, en cambio, ha propuesto soluciones pastorales o más precisamente caminos pastorales hacia posibles soluciones», prosiguió el jesuita alemán, citando algunas intervenciones de los padres sinodales que intervinieron (sin citar sus nombres, como se acostumbra en la conferencia de prensa vaticana): «Verdades pastorales», «disciplina flexible es lo que Jesucristo pide a nosotros hoy», «debemos ser testigos de la verdad», «verdad hoy es ser misericordiosos».


El padre Thomas Rosica, otro de los colaboradores del padre Lombardi, retomó lo que dijo su colega citando a un padre sinodal, según el cual «los dos polos, cambiar todo o no cambiar nada, no son una opción. El objetivo es tener creatividad pastoral, no podemos seguir proponiendo contraposiciones como pecado y pecador, público y privado, sino que tenemos que encontrar nuevas vías». El mismo padre Lombardi intervino para decir que en la discusión surgió que «no hay una fijeza absoluta de las enseñanzas de la Iglesia y de la teología sobre las cuestiones del matrimonio y de los sacramentos en relación con el matrimonio», o bien, «cierta consciencia histórica de los cambios que ha habido en el curso de los siglos sobre los temas de los que estamos hablando, de carácter disciplinario o doctrinal. Hubo unas primeras intervenciones sobre la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y pocas, pero bastante precisas, sobre una noción negativa, incluso encuadrando el argumento en el contexto de una atención de la Iglesia por todos los que se encuentran en situaciones difíciles, por lo que hay que encontrar maneras para hacer sentir la cercanía y la atención de la Iglesia, pero sobre el tema de la comunión se tuvo una posición completamente rígida».  En la discusión también hubo algunas alusiones «a la reforma del proceso para la nulidad matrimonial, en el sentido de proponer un tiempo para una verificación sucesiva de la practica que se habrá experimentado».


Muchos otros argumentos, además del tema de los divorciados que se han vuelto a casar, fueron evocados en el Sínodo y referidos durante la conferencia de prensa cotidiana, desde la insistencia de que la sexualidad humana representa solo un aspecto de la vida matrimonial hasta las estrategias pastorales que hay que identificar para todos los tipos de familia existentes; desde la necesidad de recobrar la «pastoralidad» del Concilio Vaticano II hasta la crítica a las organizaciones internacionales que gastan «8 mil millones de dólares para programas de anticoncepción destinados a países en vías de desarrollo» y nada para la promoción de los métodos naturales; desde la importancia de no poner en discusión la doctrina hasta la necesidad de que el Sínodo haga un gesto significativo sobre la familia, «porque no se puede desaprovechar esta ocasión».


El vocero del vaticano también hizo dos aclaraciones al principio de la conferencia de prensa: una sobre la «relatio synodi», el documento que será redactado al final de las tres semanas de trabajo sinodal, en el que se reunirán las discusiones y los entendimientos que surjan durante la discusión plenaria y en los grupos de trabajo (los «Circuli minores»), partiendo del documento-base (el «Instrumentum laboris»): He leído que la ‘relatio finalis’ desapareció de la circulación, pero lo que dijo Tagle (el cardenal Luis Antonio Tagle, de Manila, que participó en una conferencia de prensa la semana pasada, ndr.) y dije al responder a una pregunta, debe ser interpretado según las palabras que el Secretario general, el cardenal Lorenzo Baldisseri, explicó: los círculos menores dan sus ‘modos’, que son utilizados e integrados con base en el ‘Instrumentum laboris’, y así se llega en tres etapas de trabajo a la composición de la ‘relatio finalis’, documento que será sometido a los padres y discutido por ellos. Esta ‘relatio finalis’ el sábado 24 de octubre será presentada en el aula, teniendo en cuenta también las observaciones de los padres, y por la tarde será sometida al sufragio de la asamblea y, conforme a la naturaleza del Sínodo, entregada al Santo Padre, a quien competen las decisiones al respecto. La ‘relatio’, pues, no ha desaparecido de ninguna parte, lo que no sabemos con precisión -puntualizcó Lombardi- es qué decidirá el Papa al respecto: si el sábado por la noche nos dice que la publiquemos inmediatamente, como sucedió el año pasado, nosotros la publicaremos; o le dirá a los padres: ‘Gracias, la guardo y haré una exhortación mía’ (una exhortación apostolica post-sinodal, como se ha hecho durante las últimas décadas), o ‘Me la quedo y reflexionamos y la publicamos dentro de algunos días’».


En cuanto a una carta dirigida al Papa que, según un sitio de internet, habría sido firmada por 13 cardenales apra criticar el nuevo método de esta asamblea sinodal, «hay que estar atentos, no tomen siempre por bueno lo que es publicado; antes verifiquen», dijo Lombardi. «Algunos cardenales interpelados comienzan a decir que no la han firmado…», y en cuanto al hecho de que «no tenga particular impacto, nosotros sabemos que el segundo día del Sínodo el cardenal Baldisseri insistió en el procedimiento y el Papa lo confirmó, era una postura bastante clara, no he escuchado otras intervenciones»


El Sínodo del sábado por la tarde y esta mañana se reunió en asamblea plenaria. Fueron 43 los padres sinodales que intervinieron, muchos de los cuales, recorriendo la historia, han afrontado cuestiones que se encuentran en la tercera parte el ‘Instumentum laboris’. Desde hoy por la tarde, los padres sinodales volvieron a separarse en los 13 grupos de trabajo lingüísticos (círculos menores) y antes del miércoles publicarán la segunda parte de las relaciones sobre la segunda parte del mismo texto base.

Vatican Insider

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