El P. José de Pablo ha sido nombrado por el P. General Vice-Asistente Eclesiástico Mundial de la CVX (Comunidad de Vida Cristiana). Este movimiento laico está presente en 76 países participando en la práctica y difusión de la espiritualidad ignaciana en la vida diaria. Aunque es una organización independiente de las estructuras de funcionamiento y gobierno de la Compañía de Jesús, tiene como Asistente Eclesiástico al Superior General, hoy en día el P. Arturo Sosa. Obviamente, éste tiene tantos asuntos que tratar que es natural que delegue en otro jesuita para que le ayude en sus responsabilidades en la CVX.
Después de un largo período de diálogo y reflexión, el Padre General ha pedido a José de Pablo, jesuita español, que sea Vice-Asistente Eclesiástico Mundial. No residirá en la Curia, como ha sido el caso de algunos de sus predecesores, sino que seguirá operando desde el Centro de Espiritualidad de la Cova de Sant Ignasi en Manresa, en España
En un comunicado emitido el 28 de julio, la Secretaría Mundial de la CVX expresa que la principal tarea del Vice-Asistente será acompañar al Consejo Ejecutivo Mundial en sus procesos de discernimiento y toma de decisiones. Participará, normalmente a distancia, en las reuniones del Consejo Ejecutivo y tendrá la oportunidad de visitar comunidades en diversos países, en lo posible junto con miembros del Consejo.
El comunicado presenta bien, en unas pocas líneas, el nuevo contexto que ha contribuido a la reflexión sobre el papel del Asistente Eclesiástico. “Estamos, todos, viviendo un tiempo nuevo, en el que estamos convencidos que puede ayudarnos a crecer por una parte como movimiento laical e ignaciano, y, por otra, en nuestra colaboración de vida-misión con la Compañía de Jesús, con la que queremos continuar trabajando y conociendo mejor el desarrollo de la misma. Este nuevo tiempo implica nuevos desafíos, aprendizajes y la búsqueda de nuevas vías de colaboración.”
Y la conclusión dice: “Ante esta nueva forma de colaboración, se nos invita a repensarnos. Poner nuestras habilidades al servicio de la construcción de este nuevo tiempo. Requerirá de todos, oración, escucha, diálogo, apertura. Ponemos en manos del Señor de la Vida este nuevo paso (...) para colaborar mejor en su misión.”
Le hemos pedido a José de Pablo que comparta brevemente con nosotros cómo ve su aventura de acompañar a la CVX. Aquí está lo que nos ha dicho:
“Alegría y apertura interior, éste es el sentimiento que tuve cuando el Padre General me dio esta nueva misión. Mi contacto con la comunidad CVX ha sido relativamente limitado en el pasado, pero siempre he estimado que la CVX es un buen medio para vivir en mutua comunión la Espiritualidad Ignaciana.
Mi verdadera inmersión con CVX fue durante la Asamblea Mundial en Buenos Aires (2018). Mi misión en aquella asamblea se parece mucho a la que me gustaría desarrollar ahora. La clave está en acompañar, facilitar, hacer posible la conversación espiritual y el discernimiento, ayudar a que cada persona o comunidad pueda descubrir y alcanzar lo que delante de Dios le hace más feliz y completa. Esto es una labor de equipo, de oración, de colaboración y de caminar juntos. Por eso, siento que se complementa muy bien con mi vivir y trabajar en el Centro de Espiritualidad de Manresa. Aquí está la cuna de los Ejercicios Espirituales y es un punto de encuentro para todos los que vivimos la Espiritualidad de San Ignacio.”
Jesuitas
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