Hasta la Catedral Metropolitana llegaron en la mañana de este sábado 9 de agosto cientos de personas para despedir a quien fuera Presidente de la Cámara de Diputados, Juan Bustos, y participar así de la misa de exequias que presidió el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago.
El oficio religioso fue concelebrado por Monseñor Gonzalo Duarte, obispo de Valparaíso y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH); Monseñor Cristián Contreras Villarroel, obispo auxiliar de Santiago y Secretario general de la CECH: Monseñor Cristián Precht Bañados, Vicario de la Zona Sur de Santiago; el Padre Fernando Vives, Vicario de la Zona Cordillera; Monseñor Juan Suárez, deán del Cabildo Metropolitano. También concelebraron los sacerdotes Sidney Fones, Alfonso Baeza, Percival Cowley e Ignacio Muñoz.
A la eucaristía asistieron las máximas autoridades del país, encabezadas por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet. Junto a ella se encontraban el Presidente del Senado, Adolfo Zaldívar; el Presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín; el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Guillermo Ceroni. Igualmente concurrieron Ministros de Estado, miembros del Cuerpo Diplomático, senadores, diputados de todos los partidos políticos; dirigentes políticos y sociales, delegaciones de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, entre muchos otros.
El deseo de un hombre bueno
Al inicio de la misa de exequias, el Cardenal Errázuriz señaló: “Estamos cumpliendo un deseo de este hombre bueno que llegó a ser presidente de la Cámara de Diputados, que era don Juan Bustos. Él quería ser enterrado como católico, reconociendo de esa manera que la fuente de inspiración para tantas actividades de él, a favor de la justicia, a favor de los más desposeídos, a favor del servicio público en nuestra patria, encontraron su inspiración en Jesús y su Evangelio.
Monseñor Precht desctacó que las tres grandes banderas de la vida de Juan Bustos fueron: el amor a la justicia, el amor a la democracia y al amor al servicio público. “La promoción de la Justicia fue una marca imborrable de su paso entre nosotros, por eso no sólo se recibió abogado y se doctoró en su especialidad, sino que se convirtió en uno de los más reputados penalistas del país: estudioso, riguroso, serio y responsable”, destacó el Vicario de la Zona Sur. Y agregó: “Juan trabajó para que Chile volviera a vivir en democracia. Lo hizo con las armas de la paz, la justicia, el acuerdo, el diálogo, el convencimiento. La presencia en este templo de muchos que, ante determinados problemas o proyectos, fueron sus adversarios en el foro o en hemiciclo, da cuenta de un hombre de palabra, de mente abierta, de convicciones profundas, siempre disponible al acuerdo y a la construcción (…) Juan fue un ejemplo de lo que orgullosamente debemos llamar un Político, con mayúsculas. Apasionado con la construcción de una sociedad justa, democrática, para todos, se puso primero en la fila de los que trabajaban para lograrlo”
Por último, Monseñor Precht reflexionando sobre las palabras del Evangelio que se proclamó en la misa (“¿ de qué le sirve a una persona ganar el mundo entero, si pierde su vida ?” “El que se apega a su vida en esta vida, la perderá; en cambio, el que la pierde su vida, a causa de mi, la encontrará”), dijo: “Son palabras que no sólo reflejan la sabiduría de Jesús sino que son una profecía de su propia vida entregada. Son palabras encarnadas que iluminan e interpelan a cada persona y especialmente a quienes, de una u otra forma, estamos llamados a ponernos al servicio de la comunidad. Juan no se aferró a su vida. Al revés, la fue entregando generosamente en todas las causas que abrazó. Y siguió batallando hasta el final, silenciando incluso el mal que lo aquejaba, para poder servir hasta su último aliento. Eso es también un rasgo de generosidad que nos impresiona. Y una constatación más de lo que nos enseña la Iglesia y es que la vida es la única realidad humana que crece en la medida en que se da”.
Las enseñanzas de un padre
Al final de la eucaristía, Juan Pablo Bustos, hijo mayor del fallecido Presidente de la Cámara de Diputados, en emocionadas palabras recordó a su padre. “Nos enseñaste tanto papá, a no olvidar nuestros orígenes y que nuestra raíces son chilenas, estemos donde estemos. Siempre nos lo recordaste que eras el hijo único de una madre soltera, una costurera que lucho por darte la mejor educación. Así aprendimos que un niño nacido en la plaza del Roto Chileno, del barrio Brasil, era capaz de finalizar con distinción máxima sus estudios en el Instituto Nacional y en la Universidad de Chile, realizar dos doctorados y ser un jurista brillante e innovador, un referente interncional del Derecho penal”, dijo el joven.
“Nos mostraste e inculcaste el valor de la humildad y de la solidaridad, a ser seres humanos comprometidos e íntegros. Superaste los obstáculos de tu niñez y de tu juventud, no decaíste ante duras adversidades como la persecución política, la cárcel y el estar lejos de tu Chile querido. Estas vivencias no te hicieron un padre amargado sino que por el contrario fuiste en todo momento un ejemplo de alegría y bondad”.
- Ver texto completo de la homilìa de Monseñor Cristián Precht
Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl
Fotos: Presidencia de la República
Santiago, 09/08/2008
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